Catarsis. Saga Beers and Music #1.

Capítulo 6

La esperanza es algo difícil de mantener cuando vas contracorriente.

CHLOE

Me despierto cuando me entra mucha luz en los ojos.

Pongo mi almohada encima de mi cabeza.

- Buenos días. – canturrea mi padre.

- No. – murmuro.

- Jovencita, da gracias de que te he dejado dormir un poco más que de costumbre.

- ¿Qué hora es? – pregunto con la almohada aún en la cabeza.

- Son las nueve de la mañana, angelito.

- Genial, ahora ya me... – me incorporo de golpe, asustando a mi padre –. ¿¡Las nueve!?

Salgo de la cama a toda prisa y voy a mi armario a buscar ropa.

- ¿Qué haces, Chloe? – pregunta mi padre, mirándome como si me hubiera salido otra cabeza.

- Llego tarde a la universidad, papá. – saco de mi armario unos pantalones y una camiseta cualquiera y la tiro a mi cama.

Mi padre empieza a reír.

Me giro hacia él, sin poder creerme lo que está haciendo.

¿Se está riendo mientras yo me vuelvo loca porque llego tarde a la universidad?

- ¿Dónde tienes la cabeza, Chloe? – frunzo el ceño –. Estamos a sábado, angelito. – explica.

Dejo caer mis brazos a ambos lados de mi cuerpo.

- ¿Qué? – pregunto confusa –. ¿No es lunes?

Mi padre vuelve a reír.

- ¿Crees que has estado todo el fin de semana durmiendo o qué?

Me siento en la cama, riendo.

- Dios, realmente creía que era lunes. – me paso una mano por la cara.

- ¿Ayer fue un día duro? – pregunta mi padre preocupado –. Puedes contármelo, si quieres.

- Tranquilo, solo fue un día largo.

- Estoy aquí si me necesitas. – hace una pequeña pausa –. Bueno, no aquí exactamente, ya sabes que no me gusta subir con la silla eléctrica de las escaleras, pero si me buscas estaré en mi sala de ejercicios viendo una película o leyendo un libro.

Me rio.

- ¿Mara está aquí?

- Sí, está abajo escogiendo mi película. ¿Saldrás esta mañana, angelito?

- Sí. Prometí a la protectora de animales hacerles unas fotos a los animales para colgarlas en el bar. Hay muchos animales ahí que llevan mucho tiempo, a ver si con algunos carteles consigo que adopten a alguno.

- Espero que sí. – me sonríe antes de acercarse con la silla –. Ten un buen día, angelito.

Acerco mi mejilla a su cara y me da un beso.

- Igualmente, papá. – le sonrío de vuelta y sale de mi habitación.

Llevo la ropa que he sacado del armario al baño, y me doy una ducha rápida.

Me visto y me miro al espejo.

- Sonríe, Chloe. – murmuro para mí misma –. Solo es un día más.