Catarsis. Saga Beers and Music #1.

Capítulo 2

Creo que no he hablado con nadie sobre ti,

y eso hace que todo duela un poco más.

ETHAN

Salimos del bar cuando la camarera que se hace llamar Chloe nos dice que cierra ya.

La canción que ha cantado... ha hecho que se me acelere el corazón.

- Sigo sin saber por qué siempre cierran antes de las doce. – comenta el cantante de la otra banda, Brett.

- Antes no cerraban tan temprano. – no puedo evitar decir, recordando la noche que actué frente a un público como solista.

Recuerdo las palabras de una chica que me ayudaron mucho, pero ahora apenas recuerdo como era o como se llamaba.

- ¿Has estado aquí antes? – me pregunta Myla, la mánager de nuestro grupo.

- No. – niego rotundamente, y miro a mi hermana de reojo para que no diga nada, ya que ella estuvo aquí conmigo esa noche, pero está mirando el suelo.

De hecho, ahora que lo pienso, apenas ha hablado desde que hemos llegado al bar.

Frunzo el ceño en su dirección, pero no digo nada.

- Oye, tío. – dice Max, mi mejor amigo, acercándose a mí –, ¿Conoces a la camarera?

- No, ¿por qué iba a conocerla?

- Cuando ha venido antes a la mesa, parecía como si te conociera. – dice encogiéndose de hombros –, Será una fan.

Empezamos a escuchar una risa de este tal Brett.

- ¿Crees que Chloe es tu fan? – pregunta entre risas –¸ Es lo más gracioso que he oído, teniendo en cuenta que cuando os ha atendido no sabía ni quiénes erais hasta que se lo he dicho.

- ¿Qué te hace creer que no es una fan? – digo burlonamente –, Cualquiera que me vea o me escuche se convierte en mi fan.

- ¿Tienes tanto ego que no eres capaz de aceptar que no le gustas a todo el mundo? – pregunta con el ceño fruncido.

Parece dispuesto a mucho para defender a lo que sea esta camarera para él.

- No me digas que estás celoso de que le guste. – enarco una ceja burlonamente.

- ¿Sabes? Con tanto ego, al final acabarás por olvidarte de las cosas que de verdad importan.

Ese comentario ha provocado algo en mí, pero lo oculto con una risa.

Avanzo un paso en su dirección.

- Ah, ¿sí? ¿Y qué es eso tan importante que voy a...

- Ethan, basta ya. – me interrumpe mi hermana con un susurro y la mano en mi brazo.

Me aparto de su tacto.

- No es asunto tuyo, Sophie. – le digo de forma fría.

Ella vuelve a bajar la mirada al suelo.

Eso duele.

¿Dónde está la terca y peleona de mi hermana que hacía lo posible por dejarme en mi lugar siempre?

Escuchamos a alguien aclararse la garganta.

- ¿Hola? – dice una chica al lado de un coche negro detrás de nosotros.