Capítulo 21 - Cause And Effect.

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POV: Stanley.

El dolor que sentí al ver a Jenna rodeada de todos los chicos, especialmente con Noah y Liv a su lado, fue indescriptible. Sabía que yo era la razón de su sufrimiento, y eso me destrozaba. Verla con los ojos llenos de lágrimas y una expresión de dolor en su rostro me hizo entender que no había nada que pudiera hacer en ese momento para remediar el daño que había causado.

Intenté acercarme, desesperada por arreglar las cosas, pero cuando Noah me miró y negó con la cabeza, supe que no debía. Su mensaje fue claro: ahora no era el momento. Aunque mi instinto era correr hacia ella y pedir perdón, entendí que mi presencia solo empeoraría las cosas. Jenna necesitaba espacio, y yo, aunque me doliera, debía respetarlo.

Nuestros ojos se cruzaron por un breve instante, y en ese momento sentí todo su dolor como si fuera mío. Estaba llorando, y su mirada reflejaba lo difícil que le resultaba verme. Bajé la cabeza, incapaz de sostener su mirada por más tiempo. Sabía que lo que había hecho estaba mal, pero no sabía cómo deshacer el daño. Solo por un minuto, desearía poder cambiar mi forma de pensar, dejar de ser la persona que había causado tanto dolor.

Este sentimiento no se siente bien para mí. El peso de la culpa y la impotencia es abrumador, y aunque deseo con todas mis fuerzas que todo vuelva a ser como antes, sé que ese camino será largo y doloroso. Pero tengo que encontrar la manera de enmendar lo que he roto, por ella y por mí misma.

Mis manos temblaban cuando llamé la atención de Noah y de los demás. Sabía que lo que iba a hacer no tenía sentido, pero en ese momento, era lo único que se me ocurrió.

— Hey, Noah. — mi voz sonó más débil de lo que esperaba, pero lo suficientemente clara como para que todos me miraran.

— ¿Qué pasó? — respondió él, sin saber qué esperar.

Saqué las llaves del coche de mi bolsillo y las tendí hacia
él.

— Ten, las llaves del coche. Regresen a casa pronto — le dije, tratando de sonar segura, aunque por dentro me sentía completamente perdida.

— ¿Y tú? ¿A dónde irás? — Liv me miró con preocupación, pero también con esa tristeza en los ojos que parecía reflejar lo que todos estaban sintiendo.

— No sé, pero cuídense — respondí, sin mirarlos más, y me di la vuelta, comenzando a alejarme de ellos, de la fiesta, de todo.

Caminé sin rumbo durante unos diez minutos, sintiendo el peso de cada paso que daba, hasta que llegué a una carretera solitaria. A un lado de la carretera, vi un bosque que se extendía hacia la oscuridad, un lugar donde podría esconderme del mundo, al menos por un rato.

Sin pensarlo más, me adentré en el bosque, buscando un lugar donde pudiera encontrar algo de paz. Finalmente, me dejé caer sobre el pasto, mirando hacia el cielo nocturno a través de las ramas de los árboles. El silencio del bosque se sentía más pesado que cualquier otra cosa, y mientras me acostaba ahí, con la espalda contra la tierra, no pude evitar preguntarme cómo había llegado a este punto.

Todo lo que quería era escapar, aunque solo fuera por un momento.

A medida que la lluvia comenzó a caer, sentí cómo el frío calaba en mis huesos. Estábamos en diciembre, y las gotas heladas no hicieron más que aumentar mi malestar. Miré alrededor, buscando desesperadamente un refugio, y finalmente me escondí bajo un árbol grande, esperando que al menos ahí pudiera protegerme un poco.

Me acurruqué bajo las ramas, abrazándome a mí misma para mantener el calor. Intenté mantener la compostura, mantener las lágrimas a raya, pero después de todo lo que había pasado, fue imposible. Llorar era lo único que podía hacer en ese momento. Las lágrimas se mezclaban con la lluvia en mi rostro, y sentí que estaba completamente perdida.

Soulmates - Jenna Ortega x Fem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora