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Los rayos del sol me despiertan, el resto de los chicos parecen estar en mi misma situación ya que mientras gran parte del cuerpo técnico se han levantado y empiezan a bajar, Aimar y Leo despiertan a quienes iban sentados atrás mio, De Paul y Lean.

Usando toda la fuerza de voluntad me levantó de mi lugar, despertando a Nico quien se quejo tan pronto lo pase por encima para salir.

- ¡ARRIBA, ARRIBA! - Grito Papú.

- ¡Shhhh!

- Bue que mala onda - Se quejo el omega.

- Los quiero a todos abajo en cinco - Aviso Scaloni.

Y más rápido que un rayo, todos saltaron de su lugar, tomando sus cosas y haciendo fila para bajar del avión. Es temprano, muy temprano, pero eso no parece ser problema para que haga un calor de la pu...

- ¡Emi! -

- ¿Ah? Si, lo siento, ¿que sucede Pablito? -

- Te olvidas esto - Dice extendiéndome el bolso verde.

- Gracias - Agradecí al bajito y alcanzó a los chicos que se dirigían al autobús.

Parece que conforme los minutos todo rastro del sueño desapareció y como chicos chico, están con las pilas totalmente recargadas. Gritaban, saltaban y cantaban emocionados.

Al llegar a la universidad, nuestra presencia se noto casi de inmediato, la gente que trabajaba o andaba por ahí se nos quedaron viendo.

- ¡Muchaaaaachos!

La universidad tenia una buena pinta de afuera pero lo sobresaliente fue la representación decorada y adornada acorde a nosotros, lo que sin duda sorprendió ya que dejamos de cantar y soltamos un grito sorprendido al ver la foto que decoraba.

- Se pusieron la diez los árabes eh - Soltó De Paul.

- Cataríes - Corrigió Lean.

- Lo mismo -

- No -

- Si -

- Bueno bueno, cortando - Dijo Enzo.

- Shh, respete a sus mayores - Bromeo Lean.

- ¡Juli! Míralos - Se quejo el alfa menor. Julián rodo los ojos y tironeo de su brazo.

- Acérquense, les diré el numero de habitación y compañeros, escuchen que no lo voy a repetir - Dijo Scaloni.

Poco después caminaba por el pasillo buscando mi habitación con un mosquito inquietó e insoportable llamado Alejandro Gómez, omega de metro sesenta y siete.

No dejaba de hablar, contándome... No se que ne esta contando.

Al llegar, abrí la puerta con la llave que nos dieron y casi inmediatamente el Papu corrió a una de las camas, tirándose sobre esta.

- ¡MIA! - Gritó.

- Bueno, caray, no hacía falta gritar - Dije tirando sobre la cama restante los bolsos.

𝗟𝗮𝘇𝗼  | Ժ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora