𝗟𝗮𝘇𝗼 | Ժ |

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22 de Noviembre de 2022

Llego el debut. Llegó el momento de enfrentarse a Arabia.

Los nervios le recorren como a todos, siente el corazón acelerado junto con sus pensamientos. Todos se encuentran inquietos y callados, pensando en todo y en nada.

La formación llega, están tensos, incómodos.

Salen a la cancha y los nervios solo aumentan, con la gente allí afuera, todo se acumula, se siente como un baldazo de agua fría, cae en cuenta de donde está, en lo que está por hacer.

Representar a Argentina en un Mundial.

Por un momento se le acorta la respiración.

Se separan para tomar sus posiciones y cada paso hacia el arco pesa el doble que el anterior. No sabe que pasa, no se había sentido así durante la copa América ni tampoco en la Finalissa, pero cree que es que ninguna se le acerque a lo que representa un mundial.

Cierra los ojos y suspira queriendo calmarse.

El pitido del silbato suena.

El primer tiempo inicia, el dominio de la pelota es argentino y al segundo minuto ya hay un remate al arco, realizado por el capitán del seleccionado, pero es tapado por el arquero saudí, recién al minuto 8' en donde una falta en el área a Leandro Paredes es marcada como penalti para Argentina.
''GOOOOOL'' de Argentina. Lionel Messi abre el marcador del partido.
El dominio sigue siendo del seleccionado albiceleste apesar de los intentos del equipo de Arabia quien parece crecer tras el penal. Las falta van y vienen, las chances claras las sigue teniendo la albiceleste. Luego llega otra chance. ''GOL'' al minuto 27' que es anulado por el var. Y luego de algunos fuera de juego, llega el segundo gol anulado de Lautaro Martinez. Y para completar, el tercer tanto anulado para la albiceleste llega al minuto 34'. Los minutos pasan y con él, el primer tiempo.

El vestuario se llena con la voces de los jugadores, quienes intentan aliviar la tensión con la charla. Un coordinador sale avisándole de que acaba en el entretiempo y es momento de salir a la cancha.

- Podemos con esto, fuerza muchachos, ánimos - Alienta Aimar.

El segundo tiempo inicia, pero llega el gol de Saleh Al-Sheri (minuto 3' del ST) empatando el partido. Luego, sorpendentemente llega el segundo del equipo saudí (8' del ST), que es un baldazo de agua fría para la Argentina, quien casi lo empata tras un remate de Lautaro Martinez, que rebota en Tagliafico y es atajado por el arquero. Le sigue la chance de Di Maria, un tiro libre de Messi y un cabezazo de este último, pero ninguno entra al arco. Con los 45' cumplidos se agregan 8' más en donde con un equipo desgastado la Argentina hace un último esfuerzo que no es suficiente. Tras recibir un gran golpe de su propio arquero un jugador árabe queda en el piso, para luego ser retirado del campo, ocupando la mitad del tiempo extra, el cual culmina con una jugada más, sellando así la derrota del seleccionado argentino.

Y a diferencia de lo ocurrido en el entre tiempo las voces ahora suenan más fuerte con enojo y frustración, puteando de arriba a abajo a todos. Los olores no tardan en filtrarse de sus dueños y sorpendentemente los más enojados son los omegas, quienes no solo siente el partido, si no, el trato humillante por parte de los jugadores rivales.

Era de esperarse que todo el equipo de Arabia fuera completamente integrado por alfas, dado las creencias de este país. Pero al menos se espero algo de respeto hacia los jugadores contrarios.

Todos los omegas argentinos se habían sentido extremadamente incómodos con ellos, por sus comentarios muy sexistas, el como se les acercaban si tratar de ocultar ni un poco su aroma mareandolos así. Se sentina indignados gruñendo de acá para allá.

- ¡Pero quien se cree que es! - Gritó Julian, alguien que siempre estaba calmado - ¡Más desubicado no pudo salir el hijo de puta! - Siguió quejándose el 9.

- ¡Encima, viene acá a querer hacerse el macho pecho peludo el culiao', seguro ni el culo se puede lavar bien si no se lo lava alguna de las esposas esas que tiene tiradas por ahí - Se la siguió Paulo, quien había sido abordado por uno de los jugadores, claramente para ser toqueteando por este si no fuera por la seguridad, pero aún así el alfa había intentado usar la voz de mando con sólo para mostrarse "superior".

Así siguieron las quejas y no solo de ellos, pronto la furia del partido también volvió, porque no era posible que les hubieran anulado 3 goles, completamente injusto.

Pronto el seleccionado estaba de vuelta en la universidad, cada uno en su propio mundo. Todo estaban en silencio, con el humor por el subsuelo.

Luego de comer algo, o intentarlo como fue el caso de Emi, se separaron, el guardameta había decidido aprovechar uno de los beneficios que había en la universidad queriendo relajarse y distraerse. Así que se puso la malla y se mandó al hidromasaje.

Puso su mente en blanco y se dejó ser sintiendo el agua relajando aún más sus músculos brindándole un gran alivio, ni siquiera sabe de donde tenía sus músculos tan tensos y este recién el primer partido pero no se lo pregunto demasiado. Sentía una hermosa comodidad.

Los minutos pasan y siente que el sueño le empiece a atacar, aún así no quiere salir, no quiere moverse.

El arrullo llega casi de sorpresa e imperceptible, demasiado bajo como para ser claro, pero aún para sentirlo. Lo sobresalta pero por primera vez se deja hacer.

Y no se arrepiente, más sonidos llegan relajándose aún más, a él y a su lobo, quien está demasiado contento con la aparecido de este.

Es Otamendi quien lo despierta para que salga y así irse a dormir a su habitación, la cual está vacía, sin la presencia del omega que tenía como compañero pero bastante entendible por la situación en la que se habían encontrado que buscará la protección de su alfa.

Tal vez debía darle la razón a Ale, puede que estuviera un poco celoso.

¡Holaaa! Disculpen por la tardanza.

Disculpen también cualquier error ortografía que se me haya pasado, si lo ven pueden hacerlo saber.

No sabia muy bien que formato darle a la 'narracion' del partido, espero sea bueno y que este bien hecha.