1. Cristalomancia

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A veces no todo sale como lo esperamos o como quisiéramos que fuera.

-¿Quieres que te lea el Tarot? -La pelinegra al fin habló después de mantener unos minutos de meditación.

Estaba sentada en el suelo, frente suyo tenía una mesita decorada con un hermoso mantel con figuras de estrellas y lunas, encima tenía puesto unas velas dentro de unos vasos de vidrio color rojo, algunas flores moradas y blancas rodeadas por piedras de colores. Sin esperar una respuesta sacó el conjunto de cartas y los barajó con mucha agilidad. Ya tenía todo preparado para esa noche, le había dicho a mamá Ikuko que harían una pijamada, la comida venía en camino , aunque Lita no podía asistir a esa reunión se los enviaría con alguien muy confiable. Rei decoró todo y trajo suficiente incienso con fragancia del olivo dulce para ambientar el lugar, puso música suave y preparó té de hierbas.

-No creo en eso, además que me podría decir. -Serena se levantó de su cama, miró a su amiga que se veía muy sospechosa en esa posición, en el templo era normal verla así pero no en su casa, pensó que algo estaba tramando pero se sentía tan triste que no le tomó importancia a su intuición, se dirigió hacia la ventana para admirar las estrellas que brillaban en el inmenso firmamento como si ellas pudieran darle una respuesta de lo que le afligía a su corazón.

-¿No crees? Ja ja ja No pensaste lo mismo aquella vez que fuiste con una adivina para que te leyera la bola de cristal. -La pelinegra la observó con cierta malicia mientras se acomodó su hermosa cabellera que caía encima de algunas cartas sobre la mesa.

-Eso fue diferente...yo estaba muy confundida. -Comenzó a tocarse las uñas de las manos con sus dedos.

-¿Y ahora si tienes todo muy claro? -Arqueó su ceja con cierta ironía.

-Por supuesto, todo está bien. -La rubia volteó su rostro para que no vieran la enorme tristeza que la invadía.

-¡Serena tonta, no me engañas! Puedes engañarte a ti misma o a todos pero a mí no. Desde que Seiya se fue nunca has vuelto a ser la misma. ¡Te queremos de vuelta!

-¿Cómo puedes decir eso? Aquí me tienen con ustedes, muy pronto me casaré con Darien y tendremos el futuro que tanto soñamos, todos seremos muy felices. -A pesar de que dijo eso en sus labios se reflejó una sonrisa muy forzada.

Alguien entró a la habitación muy animada interrumpiéndolas, su larga cabellera dorada se meneaba detrás suyo, cargaba una bandeja llena de dulces y algunas malteadas.

-Es cierto que queremos ese futuro pero también queremos que de verdad seas feliz. No sólo eres nuestra princesa, eres nuestra amiga, y los amigos siempre se apoyan en las buenas y en las malas. Hoy comeremos, lloraremos y reiremos contigo. -Mina puso la bandeja encima de las cartas de Rei y está la fulminó con la mirada.

-¿Tu también? ¿A que se refieren chicas? ¿Qué comieron hoy que están muy extrañas?

-No somos tan despistadas para no darnos cuenta que nunca olvidaste a Seiya.

-Claro que lo recuerdo, nunca lo olvidaré porque éramos muy buenos amigos. -Se ruborizó bajando la mirada.

-¿Sólo buenos amigos? -Mina la miró de forma traviesa mientras saboreaba un manjar de leche.

-Seiya se fue porqué te amaba de verdad aunque le hiciste creer todo lo contrario. Estoy segura que desde que se marchó no ha habido ni un día en que no haya pensado en ti.

-¿Cómo puedes asegurar eso? ¿Tu crees que me vaya pensar después que lo rechacé en tantas oportunidades? -Volteó su mirada, ocultando su tristeza, su tono de voz se fragmentó, ya no se oía tan segura en lo que decía-. Hasta el último momento me dijo que nunca me olvidaría y otra vez le recalqué qué solo éramos buenos amigos. -Limpió unas lágrimas que tímidamente resbalaron por su rostro.

Llamas Gemelas. Fanfic de Sailor MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora