Llamas Gemelas. Fanfic de Sailor Moon

9. La noche oscura del alma: el ego y los miedos.

Todo lo que pensaba y sentía cambió por completo cuando supe que la amaba con todo mi ser, no quise aceptar que lo nuestro era un amor imposible, quería su cercanía sin importarme las consecuencias, pensé que podíamos ser amigos a pesar de mis sentimientos aunque eso me lastimaba. Pero después comprendí que todo absolutamente todo estaba en nuestra contra, esa sensación de impotencia y dolor me sumergió en un pozo sin fondo, es como si no hubiera un futuro para mi, lo que consideraba importante perdió su validez, mis ideales se desmoronaban y eso me dolia, no lo quería aceptar, no podía hacer nada para remediarlo, es como si una fuerza mayor me empujara a un lugar al que no quería ir.

Sabía que tenía que regresar a mi planeta pero mi alma no se quería alejar de ella, no la quería perder, me sentía adicta a su resplandor y a su esencia...la quería para mi.

Muchas veces traté de mantener la compostura pero mis sentimientos parecían un tsunami que quería arrasar con todo a su paso. No me importó que nuestra misión quedara en segundo plano, ya mi princesa no era mi prioridad, aunque luchara contra ello mi bombón no salía de mis pensamientos.

Me sentí incomprendida, estaba asustada de mi misma, de ese amor que me consumía a diario, no tenía a quien contarle lo que me estaba pasando, hasta fui con una adivina tratando de buscar una solución a mi situación. Me sentí tan tonta por creer que esa mujer podría ayudarme.

Maiker y Yaten se molestaron mucho por mi actitud ya que en el pasado nos prometimos que nunca nos separaríamos ni abandonaríamos nuestra misión menos por una extraña que no tenía la mínima idea de cómo eran nuestras vidas en Kinmoku y nuestras costumbres.

Lo que no sabían mis hermanas es que esa chica se había convertido en todo para mi.

Me dolía cuando no la veía, me dolía que las demás me recordasen a cada instante que no podíamos estar juntas. Las sailor outers siempre se han interpuesto entre nuestra amistad, menos aceptarían que tuviésemos una relación de pareja, todo estaba en nuestra contra, ella era de otro planeta, nació con un deber y responsabilidades como princesa, además tenía un futuro con otro hombre, con un "hombre", en cambio yo era una simple guardiana que debía velar por su princesa. No estaba a la altura de competir con algo así, lo peor es que no me aceptará tal como soy, porque no era un príncipe, tampoco podría abandonar su mundo por mi, no tenía nada que ofrecerle más que mi amor.

Tenía miedo de que me abandonara por completo cuando supiera sobre mi identidad, por eso busqué el momento oportuno para confesarle la verdad pero nunca se dio hasta ese día desastroso en el avión delante de todos. A pesar de mis temores no podía permitir que la lastimaran aunque eso implicaba perderla para siempre.

Las noches eran una tortura para mi, no conciliaba el sueño, a veces caminaba a solas pensando en ella, sin querer llegaba hasta la calle de su casa, me quedaba horas sentada observando a ver si se asomaba, muy pocas veces ella miraba por la ventana, me conformaba con velar sus sueños desde la distancia.

Mi mente y mi corazón tenían una constante batalla interna...yo era la única perjudicada porque terminaba llorando como una estúpida que no sabía afrontar un rechazo.

Lo más difícil fue crear una careta delante de todos donde me mostraba aparentemente feliz. Luego tenía que lidiar con las clases, los entrenamientos y los conciertos.

Después de descubrir nuestras identidades como guerreras todo empeoró porque surgieron más motivos que nos separaban, ahora sus guardianas me veían como una amenaza para su princesa por mi procedencia.

Mi bombón nunca me dijo que sentía algo por mi, siempre me recalcó que tenía a su novio pero algo muy dentro de mí me decía todo lo contrario, por eso le insistí aunque cada vez que me rechazaba era como una puñalada.

¡Hola, mis querid@s lector@s! Siento mucho el atraso de las actualizaciones. Pero ya escribí varios capítulos y estaré publicando mas seguido 🤗 Espero que hayan disfrutado de este corto capítulo.