𝕁𝕦𝕝𝕚𝕠 𝟘𝟜 𝕕𝕖 𝟚𝟘𝟚𝟘Rebekah y Arthur estaban trotando como de costumbre.
—Paremos un poco —Pidió Arthur.
Rebekah soltó una risa para luego detenerse.
—Debiste haberte devuelto por tu agua, Arthur.
Rebekah y Arthur empezar a caminar hacia el muelle.
—Pensé que lo lograría —Se defendió Arthur.
Rebekah le iba a decir algo, pero su celular empezó a sonar.
Era Kaylee Bryant. La mejor amiga de Rebekah.
—Te acordaste que tenías mejor amiga —Le dijo Rebekah
—Te iba a llamar, pero como vi que la estabas pasando genial con Arthur Leclerc preferí no hacer aún. ¿Cómo estás, extraña?
—Bien, ¿y tú, extraña?
—Bien. ¿Como la has pasado? —Rebekah le iba a responder, pero Kaylee volvió a hablar—. Que pregunta más tonta, perdón. Es obvio que la estás pasando bien, hoy en la mañana volvieron a salir fotos tuyas y de Arthur Leclerc
Rebekah miró a Arthur. El chico Leclerc le mostró su celular, en la pantalla se veían cuatro fotos de ellos, en la primera foto Arthur la tenía abrazada de la cintura mientras reían, en la segunda foto estaban tomándose un café, en la tercera foto estaban saliendo de una tienda de ropa, y la cuarta foto era de esa misma mañana, en la cual estaban trotando mientras reían.
Abajo de las fotos había un texto, el cual decía: Arthur Leclerc y Rebekah Gómez cada día más juntos. ¿Que opinan de esta nueva pareja? ¿Les gusta?
—Tu silencio me dice que la estás viendo —Dijo Kaylee.
—No voy a negar que me encanta como salgo. —Dijo Rebekah con una sonrisa.
Arthur no despegaba la mirada de Rebekah.
—Luego te marco, tengo que ir a una sesión de fotos y voy muy tarde. Te mando un beso, adiós.
—Adiós.
Rebekah colgó la llamada.
—¿Te molesta? —Fui lo primero que pregunto Arthur al ver que Rebekah colgó la llamada.
—¿Que cosa?
—Que salgan fotos de nosotros.
—No. Pero a veces me gustaría que solamente estuviéramos nosotros dos, sin paparazzi.
—A mi igual, pero es su trabajo, mientras más nos saquen fotos más plata tienen.
—Hablando de ellos —Rebekah apuntó con la cabeza hacia el lado de Arthur. Habían unos paparazzi sacándoles fotos como si el mundo se fuera a acabar.
—Volvamos a casa. De seguro mi mamá nos está esperando con un rico desayuno.
—Y de seguro está Charlotte y Charles, y nos preguntarán cómo la pasamos.
—Y si nos dimos un beso —Terminó de decir Arthur con una sonrisa.
Ya era algo de costumbre que la pareja le preguntan si se habían besado.
Arthur abrazó a Rebekah de la cintura mientras empezaron su camino hacia la casa del chico Leclerc.
Se guiaron riendo y haciendo bromas. Por un momento fueron ellos dos sin paparazzi.
Cada uno compartía y disfrutaba de la compañía del otro.
Eran Rebekah y Arthur.
Nuevo capítulo después de meses.
Rebekah y Arthur >>>>>> los paparazzi.