Rebekah se llevó su celular a la oreja cuando contestó la llamada.
—Hola —Saludó.
—Necesitamos que vuelvas —Fue lo primero que dijo—. Y hola.
—¿Que sucedió?
—Necesitamos que hagas de nuevo el papel de Sarah Cameron en Outer Banks.
—Candy, yo...
—Sabemos que te retiraste de la actuación, pero tus fans son los que nos mandan miles de mensajes para que tu sigas con el personaje.
—Lo se, pero... —Miró a Arthur, el cual se encontraba en el sofá mientras revisaba su celular—. No quiero volver por un tiempo.
—Por favor, Rebekah. Has las grabaciones y luego vuelves a Mónaco.
—¿Está todo bien? —Preguntó Arthur al darse cuenta que Rebekah lo miraba. Rebekah asintió con la cabeza y luego volvió a mirar por la ventana.
—Sabemos que dejaste la actuación, pero al menos termina las grabaciones de Sarah.
Rebekah soltó un suspiro.
Volvió a mirar a Arthur, el cual aún seguía mirándola.
—Está bien. ¿Cuando tengo que irme?
Arthur la miró confundido por lo último.
—En un mes inician las grabaciones.
—Nos vemos allá —Colgó el celular. Se acercó a Arthur y se sentó a su lado.
—¿Volver a donde?
—Voy a volver a Estados Unidos —Respondió sin mirarlo.
Arthur volvió a mirar a la tele. Sabía que no podía reclamarle nada, al fin y al cabo no eran novios. Pero no podía negar que le dolía el echo de que se volviera a ir. Cuando pensó que por fin podían volver a iniciar algo, sus pensamientos se fueron a la mierda.
No podía evitar sentirse mal. Pero tampoco podía pedirle que se quede.
—¿Para siempre? —No pudo evitar preguntar.
—Lo más seguro.
Rebekah se golpeó mentalmente al darse cuenta de lo que decía. Claro que no podía volver para siempre a Estados Unidos, no después de que volvió a hacer amiga de Arthur.
—Te quiero.
Arthur miró a Rebekah sorprendido por lo que acaba de decir.
—¿Me quieres? —Preguntó en un susurro.
—Si —Lo miró.
—Yo también te quiero, Bekah —Le sonrió.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
