—¿Hola? —Pregunto Rebekah cuando se llevó el celular a la oreja.
—Felicidades —Hablaron del otro lado de la línea.
—¿Jaden? —Pregunto Rebekah, sorprendida. Hace demasiado tiempo que no hablaba con su ex-novio.—Guao. No esperaba esta llamada.
Jaden río.
—Felicidades por tu embarazo, preciosa.
—¿Que? —Pregunto Rebekah, ¿como Jaden se había enterado sobre su embarazo? Ella aún no lo hacía público— Jaden, por favor, dime que no te enteraste por las redes.
—Está en todos lados, Rebe —Contó—. Por lo que veo, no sabías que ya se sabe.
—No —Habló Rebekah—. Con Arthur no queríamos que la gente se enterara —Soltó un suspiro. Ahora tendría que hacer público su embarazo.
—¿Cuantos meses tienes?
—Siete.
—Guao, ya casi está por nacer. ¿Que es?
—Son mellizos, una niña y un niño.
—Espero que todo salga bien. Serán unos grandes padres.
—Muchas gracias, Jaden. ¿Como te ha ido con tu película?
—Bien. Ya casi saldrá, espero verte en primera fila en la premiere.
—Si me invitas, ahí estaré.
—Bueno, Rebe. Me tengo que ir.
—Ojalá nos veamos pronto, Jaden.
—Ojalá.
—Cuídate.
—Tu igual.
Y con eso, Rebekah corto la llamada.
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Rebekah y Arthur decidieron ir a Mónaco para poder disfrutar de lo que le quedaba de embarazo. La gente en Estados Unidos no los dejaba tranquilos ahora que se sabía sobre los mellizos Leclerc Gómez.
Quedaba menos de un mes para que los mellizos nazcan, la familia de Rebekah estaban por llegar a Mónaco para recibir a los mellizos y la familia de Arthur estaban preparando todo para que Rebekah no se estrese.
Rebekah y Arthur habían decidido comprar una casa en Mónaco. Arthur no lo sabía pero Rebekah estaba pensando en quedarse a vivir ahí, ya no tenía que grabar ninguna serie o película, ya nada la detenía para poder hacer su vida con sus hijos y esposo en Mónaco.
Rebekah se encontraba sola en casa ya que Arthur había salido a comprar las últimas cosas para los mellizos. La chica Gómez estaba terminando de preparar la cena cuando siento un fuerte dolor en su vientre, luego de unos segundos sintió como la bolsa de había roto.
Miro hacia abajo y pudo ver todo mojado. Agarró su celular del mesón y marcó el número de Arthur, al segundo tono contestó.
—Bonita...
—Rompí bolsa —Dijo de inmediato. Soltó un quejido de dolor.
—Espérame en la casa, bonita. Voy para allá.
—Ve a la clínica, yo le pediré a Charlotte que me lleve para allá.
—Okey, bonita.
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—Están preparando todo para llevarte a la sala de parto —Le comentó una enfermera para luego salir de la habitación.
—¿Podrían llamar a Arthur? —Rebekah le pidió a Charlotte y a Kaylee—. Aún no llega y no quiero entrar sin el.
—Claro —Charlotte y Kaylee salieron de la habitación para poder contactar a Arthur.
Las chicas entraron a la habitación luego de unos minutos, pero sus cara era de preocupación y eso hizo que Rebekah se comenzara a preocupar.
—¿Que sucedió? ¿Donde está Arthur? —Pregunto Rebekah.
—Llame a Arthur pero no me contestó y luego recibí una llamada de Charles —Comenzó a contar Charlotte—. Rebekah, tienes que estar tranquila.
—¿Donde esta Arthur?
—Rebekah, Arthur sufrió un accidente viniendo hacia acá —Terminó de contar Kaylee.
Rebekah sintió como todo comenzaba a dar vueltas.
—Arthur —Murmuró antes de que todo se fuera a negro.
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