Mi vecino es un TONTO ⤿❀ | kookMin | +18 TERMINADA

⤿❀ Capítulo 21

Llegaron al dichoso lugar, Jungkook saludaba a todo el que se les cruzara en el camino, parecía ser amigo de todos ahí. Lo cierto es que Jungkook era muy sociable y tenía el don para congeniar con cualquiera. Lo cierto es, también,  que ninguno de los que había saludado parecía ser amigo de él.

—La persona que quiero presentarte aún no ha venido.— comunicó Jungkook sosteniendo la mano de Jimin.— Dijo que bendría un poco tarde.

Jimin asintió un poco interesado por conocer a la persona que Jungkook tanto quería presentarle. En el trayecto le había hablado de su mejor amigo y de las ganas que tenía de que se conocieran.

—¡Oh! Mira, allá están mis amigos.— Jungkook señaló entusiasmado.—¡Vamos!

Habían dos chicos y una chica de pie junto a la ventana de la casa, al ver a Jungkook saludaron con un moviendo de manos, los dos chicos se aproximaron y cuando estuvieron cerca de los otros tres, Jungkook saludó a cada uno de ellos.

—Este es mi novio.— Jungkook acarició la espalda de Jimin y sonrió hacia sus amigos.

—Así que tu eres Jimin.— uno de los chicos se aproximó tendiendo su mano.— Soy Yoongi.

—Mucho gusto.— Jimin estaba nervioso y sus mejillas sonrojadas lo delataban.

—Eres tan bonito.— la chica dijo mientras se lanzaba a abrazarlo.— —Me llamo Jihyo, yo también soy Park.

Jimin le sonrío abrazándola de vuelta con felicidad. Esa chica era muy amable. Por el momento le agradaba mucho.

—Al fin te conocemos.— el tercer chico saludó— Me llamo Seokjin, un placer.

—Igualmente.

—¿Cuánto tiempo llevan saliendo? ¿cuatro meses?— el chico de alta estatura agregó deslizando su vista sobre Jimin.

—Apenas llevamos un día. — respondió Jimin con algo de timidez.

Los tres chicos estallaron en risas, uno de ellos incluso palmeo la espalda de Jimin asintiendo vivaz. El castaño no lograba entender qué estaba sucediendo y qué había dicho que parecía ser tan gracioso para ellos. Miró a Jungkook buscando una respuesta pero se encontró con una mirada culpable agregándole más confusión al asunto.

—Tu novio es tan gracioso, Jungkook.—Jihyo dijo luego de terminar de reír.

—No estoy entendiendo.— decididido a saciar su inquietud, Jimin agregó:—¿Qué es tan gracioso?

—¡Oh, Namjoon está aquí!— Jungkook tomó la mano de Jimin y se lo llevó en dirección al recién mencionado.

El chico les sonrío en la corta lejanía y caminó a su encuentro. La emoción que presento Jungkook con los otros tres chico  era muy distinta a lo emocionado que se encontraba por el recién llegado. Jimin tuvo curiosidad por saber lo que aquel chico significaba para su ahora novio.

—Esta es la persona a la que más quería presentarte.— Jungkook dijo después de entregarle un largo abrazo a Namjoon.—Mi mejor amigo.

—Hola, mucho gusto.— Jimin mencionó nervioso.— Supongo que conoces muy bien mi nombre.

—¿Sabes cuantas llamadas recibí desde que apareciste en la vida de Jungkook?— en su rostro se dibujaba una sonrisa tan hermosa y pulcra capaz de deslumbrar al mismo sol— No había noche en la que este individuo me llamara quejándose de lo hermoso que su vecino era y de lo mucho que sufría cuando lo ignorabas.

—O-oye, deja de hablar de más.— Jungkook trató de parar la conversación vergonzosa.—¿Y tú hermana?

—Ella vendrá luego, acompañada.— respondió su amigo lanzando una mirada rápida y posicionandola sobre Jimin de inmediato.

—Yo quiero seguir escuchando.— la mirada de Jimin era de burla pura.

—¿Quieres tomar algo, Jimin? Traeré algo para ti.— nervioso, Jungkook emprendió camino hace la cocina, tropezando con una almohada que se encontraba en el suelo, maldijo entre dientes y siguió con su camino.

—Algo anda mal con ese tipo.— Namjoon observaba cómo su amigo huía cobarde.— Y bien, ¿cómo sucedió todo?— sé dirigió a Jimin.

—Tengo curiosidad por saber qué tipo de información te ha llegado sobre mi.

—Ven.

Jimin siguió a Namjoon y se sentaron en uno de los sillones que contenía la sala de aquella casa. La gente a su alrededor los veía de reojo, portandole un poco de incomodidad al asunto.

—Jungkook nunca me habló mal de ti. Siempre resaltó tus cualidades y aunque se quejó de que lo ignoraras todo el tiempo aprovechó en cada ocasión para decirme lo inteligente que eres, la forma en que sonríes y el color puro de tus mejillas, la delgada línea del borde de tus ojos y las hermosas pupilas que lo cautivan cada vez que lo miras, pensé que exageraba, ahora que te veo en persona, no encuentro una forma para contradecir todo lo que él me dijo de ti.

Los ojos de Jimin se abrieron en asombro tratando de encontrar palabras que le ayudarán a expresar el cúmulo de sensaciones que estaba siendo en su interior, pero no tenía la capacidad para decirlas.

—Pensé que nunca lo aceptarías.— agregó Namjoon. — Cada vez que me hablaba lograba notar ese matiz de decepción en sus palabras. Yo siempre le preguntaba, ¿ya es tu novio? Pero cuando me decía que no, su voz se escuchaba apagada. Te tardaste mucho.

—Bueno, honestamente la actitud de Jungkook en un principio me sacó de órbita, no sabía si me agradaba o solo lo detestaba. Fue difícil para mi también el darme cuenta de que mis sentimientos se inclinaban demasiado hacia él debido a que...

—La existencia del otro chico te tenía muy confundido.

—Parece que sabes mucho.

—Después de todo soy su mejor amigo.

Jimin sonrió y miró hacia el lado por donde Jungkook había desaparecido minutos atrás, había un chico caminando hacia el mismo lugar y aunque no pudo ver su rostro supo quién era ese chico.

—Ya vuelvo, iré a buscar a Jungkook. — se puso de pie sin despegar su vista del pasillo donde ahora aquel chico había desapareció.

—¡Espera!— Namjoon se levantó en seguida.— No hemos terminado de hablar, estoy seguro que Jungkook vendrá luego y cuando él venga no podremos hablar de esto sin incomodarlo.

—No te preocupes, ya hablamos todo lo que teníamos que hablar.

Emprendió camino siguiendo los pasos del chico conocido esperando no encontrarse con una sorpresa al final del pasillo, donde se encontraba la cocina. Caminó con pasos indecisión hasta detenerse muy cerca de la puerta, la cual estaba abierta, para su desgracia. Esperó un momento hasta que escuchó a los chicos en su interior hablar. Lograba conocer la voz de dos personas, pero había tres y no parecían dialogar, sino más bien discutir. Mordió su belfo indeciso por irse o quedarse escuchando lo que aquel trío conversaba.