Mi vecino es un TONTO ⤿❀ | kookMin | +18 TERMINADA

Capítulo 26↷❀

Jimin y Jungkook habían llegado a su destino, era una sala de juegos y era frecuentada por muchos jóvenes que venían de aquí para allá hablando de cualquier cosa. No sabían cómo habían llegado hasta ahí, primero fue una propuesta hecha por Namjoon en una llamada telefónica que tuvo con Jungkook cuando estos se dirigían a cualquier lugar, dijo que llegaría también para pasar un tiempo ameno con ellos, de todos modos, ya casi no veía a su mejor amigo.

A Jimin no le molestaba el hecho de pasar tiempo con el mejor amigo de su novio, pero después de lo sucedido con aquel chico y la hermana de Namjoon, no se sentía muy seguro con la presencia de este, claro, no se lo diría a Jungkook porque no quería arruinar el momento, no cuando este se veía tan feliz riendo y hablando de quién sabe qué.

—Entonces mi hermana planeó todo eso porque pensó que ese chico en serio quería ser su amigo, pero solo la utilizó para llegar a Jungkook.— mencionó Namjoon hacia Jimin.— Ella se enteró de eso después de que Jungkook hablara con él en la fiesta.

Realmente no le sorprendía el hecho de que ese chico manipulara a los demás, lo creía, incluso, capaz de cualquier cosa. Es que el chico era tan extraño, su forma de engaño y de victimizarse iba a un nivel mayor. Se cambió de residencia solo para estar cerca de Jungkook, además de desesperar a los gemelos con su insistencia, claro que todo eso no era normal es un niño como él, porque apenas era un niño.

La justificación de Namjoon hacia su hermana tampoco le parecía correcta, ni le generaba la mínima tranquilidad, por el desequilibrio en sus palabras, no era de confianza. Aunque no le desagradaba del todo el mejor amigo de Jungkook, habían ciertas incongruencias que lo mantenían en una constante vacilación.

—Espero que con el incidente no me odies, Jimin.— agregó Namjoon después de lanzar palabras al azar que el pelicastaño no había escuchado por estar sumergido en sus pensamientos.

—No pasa nada.— contestó oscilante. Tampoco le diría que no confiaba en lo absoluto en él, y que estaría pendiente de cualquier movimiento que el contrario hiciera.

Tal vez estaba entrando en estado de paranoia, pero había algo en ese chico que le generaba opresión, sumando el hecho de que la primera vez que hablaron le había impedido seguir a Jungkook, como si conociera de antemano los planes de su hermana y el otro chico, por eso mismo no debía adormilarse.

Era una complicación.

Al regresar a casa la situación de naufragio empeoró, por el hecho de recibir una noticia que lo hizo fluctuar entre el enojo y la decepción. Su madre le había dado una muy mala noticia.

—Me dijo que si te quedabas conmigo ya no pagaría tus estudios.— su madre le había dicho luego de darle rodeos al asunto, buscando una forma de dar la noticia sin que sonara demasiado pesada. No lo logró, de todos modos.

Su madre le ayudaba con sus estudios, sí, pero dependía económicamente de su padre, el pago de la universidad salía del bolsillo de su padre. Lastimosamente, su madre ganaba muy poco para poder hacerse cargo de ello, tenía que pagar la casa con todos sus gastos adherentes, la comida y el dinero mensual que les hacía llegar a sus padres. Jimin no podía ponerle una carga más aunque su madre buscaría la forma de ganar más dinero para poder pagarle la universidad pero eso sería demasiada carga para ella.

Jimin se sintió abatido.

Pero, ¿por qué su padre lo quería con él? No lo entendía. Cuando le dijo que su madre y él se irían a un nuevo vecindario no se mostró interesado ni dispuesto a detenerlo, prácticamente le dio igual si se iba o se quedaba, entonces, ¿por qué ahora mostraba interés?

Debía hablarle y preguntar por ello, pero no tenía el valor. Cuando estuvo apunto de suprimir aquel botón que indicaba la realización de una llamada, las nauseas afloraron tocando insistente su garganta. Corrió hacia el baño y empezó a vomitar todo aquello que había comido en el día.

Era una sensación horrible.

Su garganta ardía pero las arcadas no dejaban de presionar desde su estómago hasta la raíz de su lengua, pero ya no había nada qué vomitar, todo había salido.

Toques suaves se escucharon en la puerta de su baño abierta, sus ojos cansinos se posaron en el sujeto parado en el marco de esta, Jungkook le lanzaba una mirada llena de preocupación. Cauteloso, se acercó hasta Jimin, colocándose de cuclillas para estar a su altura.

—No veas, es asqueroso.— pidió con la vergüenza envuelta en cada palabra.

—¿Qué sucede?— preguntó preocupado apartando el cabello del rostro de Jimin.—¿Te cayó mal la comida?

—No es eso.— mencionó extenuado.— Pero por ahora no quiero hablar de ello.

—Hmmm, estas vomitando y te vez pálido.— dijo pensativo.— ¡No me digas que ya te preñé!

—Ni siquiera me has tocado.— lo miró con notorio cansancio.

—Todavía.

—Hoy tienes la oportunidad, mamá no está y regresará tarde.— agregó perspicaz, tal vez si intentaba persuadirlo de esa forma obtendría algo.

El revoltijo en su estómago había desaparecido en cuanto vio a Jungkook. Bendita salvación.

—Tú en serio estás decidido a desvirgarme

—¿Eres virgen todavía?

—No, de haber sabido que una hormiga parlanchina llegaría a mi vida con intensiones meramente carnales, me hubiese guardado.— bromeó.

—Tonto.

—Pero en ese estado.— agregó indeciso.— No puedo tocarte.

—Supuse que encontrarías la forma de negarte.— se levantó con dificultad.— Ahora solo quiero dormir, me siento cansado.

—¿Me estas echando?

—Sí.

—Solo quería pasar un momento más contigo.— puso ojos de cachorro.

—Estuvimos juntos prácticamente todo el día.

—Sí, pero no me canso de verte todo el tiempo, y quiero estar contigo, así cerquita.— lo abrazó enrollando la cintura del castaño entre sus brazos.

Jimin apoyó su rostro en el pecho de Jungkook e inhaló el aroma corporal de este.

—A veces pienso que hay un problema conmigo.

—¿Por qué dices eso?— Jungkook buscó la mirada de Jimin alejándolo un poco de su cuerpo.

—Por que te niegas a... ya sabes qué.

Jungkook se rió enternecido. Acarició la mejilla de Jimin con ternura y besó sus labios ligeramente.

—Sí sabes que acabo de vomitar, ¿verdad?