Mi vecino es un TONTO ⤿❀ | kookMin | +18 TERMINADA

❀Extra 2❀

El sol de la mañana bañaba suavemente las calles, llenando el aire con esa mezcla entre lo nuevo y lo nostálgico que siempre trae el inicio de algo importante. Habían pasado seis años, y sus pequeños gemelos crecieron demasiado pronto.

Jimin y Jungkook caminaban hacia la escuela, sosteniendo de la mano a sus dos pequeños hijos, un niño y una niña, quienes estaban a punto de vivir su primer día de clases.

—Papá, ¿crees que haga muchos amigos hoy? —preguntó el niño con ojos brillantes, mirando a Jungkook con expectativa.

El pelinegro, que no podía ocultar la emoción y el orgullo que sentía, le sonrió mientras le apretaba la mano suavemente.

—Estoy seguro de que sí,  Jungwoo. Eres increíble, y todos van a querer conocerte. Además, siempre tendrás a tu hermana a tu lado —dijo, guiñándole el ojo a la niña, que caminaba al lado de Jimin.

La pequeña Minji asintió con seguridad. Ella tenía la misma chispa en los ojos que Jimin, una mezcla de determinación y dulzura.

—Yo lo voy a cuidar, papá, no te preocupes —afirmó con confianza.

Jimin miró a su hija con una sonrisa de ternura. Siempre había admirado la seguridad con la que Minji enfrentaba las cosas, tan diferente y tan igual a su hermano, quien aunque era más tímido, siempre encontraba en su hermana una fuente de fuerza.

—Estoy seguro de que lo harás, Minji —respondió Jimin, acariciándole el cabello— Pero también déjate cuidar por él, ¿sí?

El trayecto hacia la escuela era corto, pero Jungkook parecía querer alargarlo lo más posible. Cada paso lo acercaba más a un momento que había estado esperando con una mezcla de alegría y melancolía: ver a sus hijos atravesar el portón de la escuela por primera vez. Para él, el tiempo había pasado en un abrir y cerrar de ojos. Recordaba el día en que Jimin le había dado la noticia de que estaban esperando gemelos, y ahora, seis años después, aquí estaban, creciendo ante sus ojos.

—¿Estás bien, amor? —preguntó Jimin, dándose cuenta de la mirada nostálgica en el rostro de Jungkook.

El pelinegro sonrió, rascándose la nuca.

—Sí, solo… no puedo creer que ya estén tan grandes. Parece que fue ayer cuando apenas los sosteníamos en brazos, y ahora están a punto de entrar a la escuela. Es como si el tiempo hubiera volado.

Jimin soltó una pequeña risa.

—Lo sé, es increíble. Pero esto es solo el comienzo, tenemos muchos momentos más por vivir juntos.

Cuando llegaron a la entrada de la escuela, Jungkook se detuvo un momento, mirando el portón con una mezcla de orgullo y un toque de tristeza. Los pequeños gemelos, emocionados, se quedaron quietos por primera vez en toda la mañana, mirando el enorme edificio ante ellos con una mezcla de emoción y nerviosismo.

—Es aquí. —dijo Jimin suavemente, inclinándose hacia los niños—Su primer día de clases.

—¿Tienes todo listo? —preguntó Jungkook, asegurándose de que las mochilas de los niños estuvieran bien ajustadas en sus espaldas.

—Sí, papá.—dijo Minji, sonriendo con impaciencia—¡Vamos a llegar tarde si seguimos aquí!

Jungwoo asintió, aunque estaba más callado, absorbiendo todo con sus grandes ojos curiosos. Jungkook no pudo evitar agacharse y abrazar a sus dos hijos al mismo tiempo.

—Estoy tan orgulloso de ustedes.—les susurró, luchando por contener la emoción—Hoy es un gran día, y quiero que lo disfruten mucho.

Jimin se unió al abrazo, sonriendo mientras los gemelos reían.