Había una niña llamada Sofía que tenía un problema dental desde que era pequeña. Sus dientes eran irregulares y nunca quisieron alinearse correctamente. Sin embargo, a pesar de los tratamientos y los instrumentos que los dentistas usaban con ella, cada vez empeoraba más su problema.
Un día, Sofía tuvo una pesadilla extraña sobre sus dientes que comenzaban a moverse solos y a sacudirse violentamente. Se despertó en medio de la noche y sintió que algo estaba pasando en su boca. Al abrir los ojos, vio que sus dientes estaban moviéndose y deformándose.
Sofía se asustó tanto que gritó, pero no salió ningún sonido. De repente, todos sus dientes salieron disparados de su boca y comenzaron a flotar en el aire. Se acercaron a ella y comenzaron a perseguirla, intentando morderla.
Sin poder evitarlo, Sofía comenzó a huir mientras trataba de taparse la boca. Sin embargo, cada vez que se detenía, los dientes la alcanzaban y se aferraban a ella. A medida que corría, notó que los dientes se multiplicaban y que incluso algunos comenzaron a surgir de su piel.
Finalmente, Sofía logró despertar y encontró sus dientes en su lugar, pero sintió un dolor insoportable en su boca. Al mirarse al espejo, descubrió que sus dientes habían desaparecido y todo lo que quedaba eran unas horribles hendiduras. Advertida por su terrible sueño, intentó buscar ayuda, pero sus dientes nunca volvieron y la tormenta que le causó su pesadilla parece haber afectado aún más a su sonrisa.