¡Soy la Prometida del Héroe de Hace Cien Años! ‖ Link x Oc

Prólogo. Hace Cien Años

El fuego rodeaba el campo de batalla a su alrededor, la gente gritaba de miedo, todos suplicaban por las Diosas.

¿Dónde estaban?

¿Por qué no hacían nada?

¿Por qué los dejaban morir?

Todos habían caído, todos sus amigos...

Zelda pensaba, mientras sostenía la mano temblorosa de Link, tenía miedo, apretaba su mano con más fuerza, estaba enojado, enojado con ella y tenía motivos... si tan solo hubiera despertado su poder, si tan solo lo hubiera hecho, no habrían perdido, todo era su culpa...

Urbosa...

Revali...

Daruk...

Mipha...

Su padre...

Su gente...

Y...

Zelda comenzó a llorar y apretó la mano de Link en busca de fuerzas, fuerzas que no tenía...

Miró atrás por unos momentos.

Estaba lloviendo, el ambiente era triste, el cielo lloraba por la pronta pérdida de los seres amados, tropezó, todo su peso fue hacia delante, el barro manchaba su vestido blanco, miró al suelo.

Link se volteo y la miró, se fue acercando a ella con lentitud, todavía sosteniendo la espada en alto.

—Fallé...—Zelda apretó su puño, agarrando en el paso un montón de tierra.

Link guardó la espada en la funda.

—Todo está perdido...

Link se hincó para verla, el estilo de la princesa que había visto hace tiempo era triste, pensar que esa princesa era hace un tiempo alguien que parecía dura, ahora estaba rota y blanda.

No podía decirle nada, pensando que debía de desahogarse.

No solamente ella había fallado, si no él también, había fallado como campeón hyliano, había fallado a varias personas que confiaban en él, había fallado... le había fallado...

—Las bestias y los guardianes... se volvieron contra nosotros... —las lágrimas de Zelda salían, ocultas por la lluvia.

Link la miró, él mismo quería llorar, pero no podía, no ahora, no ahora que seguía de pie, no ahora que Zelda era su última esperanza.

—¿Cómo es posible?

Zelda apretó peor su puño, haciéndose daño con sus uñas.

—¿Habrá sido el cataclismo? ¿Cedieron ante el poder de Ganon? —Zelda levantó lentamente su mirada—. Daruk, Revali, Mipha, Urbosa, A... —mencionó con la voz ahogada por las lágrimas—, quedaron atrapados... —sus miradas chocaron— ¡Y TODO POR MI CULPA!

Zelda se cubrió con sus palmas los ojos, las lágrimas no dejaban de caer.

—¡No pude detener a Ganon y nos arrebató lo único que nos protegía de él!

Las gotas de lluvia chocaban con los árboles ligeramente.

—Todo mi entrenamiento, toda mi preparación... ¡No sirvió de nada! —quitó sus manos de su cara y lo miró— ¡Y ahora les he fallado a todos!

Se regañó a si misma mirándolo y entrecerrando sus ojos.

—Al pueblo... a mi padre... a mis amigos... a... —mencionó con la voz quebrada, Link tragó en seco—. No fui capaz de salvarlos... Morirán por mi culpa...

Tragó Zelda y gritó dejándose caer en el hombro de Link, comenzó a sollozar como una bebé. Link la miró y mordió su lengua, sabía que la princesa no quería su abrazo, sabía que en realidad pensaba en alguien más y eso a él le molestaba.

Todavía no habían perdido... todavía no había perdido... aún no...

Debían de sobrevivir para decirle... para decirle...

Link pensó en la cajita pequeña que tenía en su bolsillo.

• • •

En el presente, Link miraba el lugar con los ojos abiertos, no podía creerlo...

Volteo a ver a la chica que estaba a su lado que le dedicó una sonrisa pequeña.

—¿Ocurre algo, Link? —preguntó la chica, nerviosa.

Link no sabía como decirle... como decirle que hace cien años... Él quería casarse con Zelda...

Aunque sus palabras eran difíciles de decir, no quería que ella sufriera, tragó y negó.

Miró el castillo donde estaba Zelda atrapada, aprisionando a Ganon, en estos momentos.

—¿Link?—volvió a preguntar la chica con cierto nerviosismo—. ¿Qué ocurre?

—Debemos de hablar... —la miró, pero sus palabras se cortaron de golpe.

Si amaba a Zelda... ¿Por qué se sentía tan mal?