Capítulo 06. Una Promesa, Una Despedida y Una Chica Extraña

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Penélope sabía que no podía desear más de lo que tenía. Sabía que desde el fondo ese cariño que tenía hacia Andrea había evolucionado lentamente a algo más.

Lo sabía, ella no solamente era su amiga, era su hermana.

Tenía miedo que dichosa hermana desapareciera, no sabía porque, pero cuando sonreía, cuando reía, cuando hablaba, parecía siempre que sus palabras era un "Adiós", no un "Hasta pronto".

Sabía que ella se iría...

No estaría allí con ella para siempre...

Sabía que Andrea siempre la esperaba sin falta en la puerta del pueblo y se sentía mal de saber que ahora no sería así.

Sabía que Andrea tendría que irse en algún momento y esperaba de todo corazón que lo hiciera, pero con ella y su hermano, que los tres se embarcaran en una aventura juntos...

Pero sus planes fracasaron, el tonto de su hermano se equivocó y ahora Andrea estaba comprometida con un disque "Link", ¿siquiera así se llamaba el campeón hyliano?

¡Que horrible nombre! ¡¿Qué padres le ponen Link a su hijo?!

—Vaya aquí estás... —Andrea apareció tenía su vestido desarreglado y hojas en su cabello, su peinado era un desastre con razón siempre utilizaba trenzas, se dejó caer a su lado y suspiró—. ¿Te dijo algo ese idiota?

—Que te amaba... pero no lo puede decir...

—... —Andrea se quedó pensando—. Ya veo... —suspiró—. ¿Estás segura que me ama?

—¿Quién no lo haría?

—Los he cuidado a los dos —mencionó Andrea—. A ti se te declaró un niño la semana pasada, ¿acaso lo aceptaste?

—... No es lo mismo.

—Me ven como una figura materna, no como una novia —le mencionó—. Es totalmente diferente, pero ambos buscan una madre.

—No te veo como una madre—regañó.

—No, pero tampoco me ves como una amiga —le mencionó.

—Mentira, yo te veo...

—Me ves como una hermana mayor, ¿Qué diferencia hay? Al final me ves como una familia y te molestas con tu hermano porque no quieres romper el juego de casita que tu creaste aquí —se abrazó a sí misma.

—... —Penélope miró a la nada.

—Tu hermano no me ama, no lo obligues a que sienta algo por mí.

—Pero su mirada.

—Es de un chico que no tuviese opción, no está enamorado de mí.

—Eso no es verdad, te ama, ¿Por qué no lo aceptas?

—Porque... —le sonrió triste—. Yo también estuve enamorada de alguien antes, sé que tu hermano no me mira como yo alguna vez miré a mi amado.

¡Soy la Prometida del Héroe de Hace Cien Años! ‖ Link x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora