Capítulo 31. ¿Quién lo hará?

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Un pasillo blanco.

Personas viéndola.

Ella suplicando desde su corazón que todo lo que pasaba fuera un sueño.

La sensación de sus pies pesados.

La sensación de saber lo que ellos le dirían y aun así no querer dar un paso adelante, pero que inconscientemente su cuerpo se mueve como un muñeco.

Como algo que no fuera real para ella.

Su hermano dando los mismos pasos que ella con los ojos rojos, desembocado tratando de caminar.

Ambos de la misma manera, pero siendo los más cuerdos y "mayores" tuvieron que ir...

Dejando a sus hermanos menores en casa, incluso a SEGUNDO en el hogar para que los vigilara.

Parecía un sueño. No. Parecía una pesadilla.

Sí, eso era, simplemente cerraría los ojos y cuando lo abriera, él estaría bien.

Él estaría bien.

Caminando y los ojos observándoles a caminar a una sala o al menos así le parecía en ese momento.

El olor del hospital, como algunas personas las que realmente la miraban quizás preguntándose porque lloraba o quizás ya sacando sus propias conclusiones sobre lo que paso.

Ella caminando por el pasillo y la mirada de "¿Cómo te decimos?".

Cuando vio a un hombre vestido de blanco.

«No, no, no, no quiero que me digan eso».

Todo estaba bien.

Todo estaba bien.

¡TODO ESTABA BIEN! ¡ERA UN DÍA NORMAL!

¡ERA UN PUTO DÍA NORMAL!

¡ÉL ESTABA BIEN ANTES DE SALIR!

¡LE DIJO QUE VOLVERÍA!

Fue ella que abrió la puerta ya que su hermano parecía muy afectado, parecía ido de este mundo, susurrando: "Dios... Dios... Dios...".

Allí estaba su abuela, su tío, su abuelo y el hermano del abuelo junto a su esposa.

Las miradas se trasladaron de inmediato a los invitados que acababa de llegar a la sala, los sillones negros, la planta y una virgen que cómicamente estaba allí.

Ella sabía... lo sabía... lo sabía... ¡MALDITA SEA! ¡LO SABÍA!

Sabía que nada bueno venía del anuncio de su cuñada.

Cuando su cuñada dijo que hubo un accidente.

Ella lo sabía.

Lo sabía.

Sabía muy bien.

Pero la persona que pensaba no había sido la que se había ido.

-Hija...

Volteo y su madre estaba allí con una cara triste y corrió a ella.

-Vamos a salir de esto, lo haremos...

-...

Las lágrimas salían, pero no tenía ninguna expresión.

No tenía ninguna expresión, aunque había estado llorando en todo el maldito viaje en el taxi, todavía había lágrimas a pesar que le dolía los ojos.

Pensaba que su madre había sido la que tuvo el accidente ya que ella era una mujer que siempre fue boca suelta, una mujer que no tenía puntas en la lengua, pero que en salud estaba mal, sufría ya por la edad.

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⏰ Última actualización: Jul 01 ⏰

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¡Soy la Prometida del Héroe de Hace Cien Años! ‖ Link x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora