Capítulo dos: la comida

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Al día siguiente, que era miércoles, William ya estaba "bien" de la pierna y me dijo que podía ayudarme a traer a gente a casa. En ese momento me di cuenta de que mi profe, Paula, estaba en el Instituto dando clase de Proa (son clases gratis en el Instituto, y te ayudan en todas las asignaturas y esta bastante bien). Agarré la mochila y me fui con Dani al Instituto, aunque estaba echo mierda, pero se podía pasar. Una vez ya dentro de lo que quedaba del edificio, fuimos por todas las clases que quedaban bien, una vez ya dentro, entramos a todas las clases y dije:

S: ¿Hay alguien?

A lo lejos se escucharon a varias personas, una de ellas era Paula y la otra era Gabriela. Gabriela es una amiga mía, que la conozco de hace poco, así que ayudé a ambas. Primero fuí con Gabriela, le curé un poco las heridas y se levantó, después ayudé a Paula. Ella tenía unas heridas un poco más graves (dentro de lo que cabe) así que se las curé cómo pude y le dije que si podía ponerse de pie, ya que tenía una especie de esguince en el tobillo. Ella se puso de pie como pudo, obviamente con mi ayuda y con la de Gabriela, ya que Dani es tonto y ni ayudar quiere (y eso que había sido él quien me quería ayudar a mi) Cuando ya salimos de la clase, una chica nos pidió ayuda y yo pasé de su cara, ya que la conocía. Esa chica se llama o más bien, se llamaba Sara. Ella no se merecía mi ayuda, ella fue una bitch en su tiempo, y no pensaba perder mi tiempo en una tía como ella. Asique pasé de su cara y deje que se desangrara, no tenía muchas heridas, aún que tenía una pequeña brecha en la parte superior de la cabeza, y unos cortes no muy profundos.

Cuando salimos del instituto llevé a Paula y a Gabriela a mi casa. Al llegar a casa dejé que Paula se sentara en el sofá, ya que tenía una pequeña esguince, y no quería que se jodiese más el tobillo. Le hice una especie de vendaje, como pude y le dije que se quedase sentada con el pie en alto. Pregunté a los chicos si tenían hambre, y la mayoría me dijo que sí, así que cociné unos macarrones con queso. Lo eché a los platos y todos fueron a comer, todos menos Paula, ya que no se podía levantar fácilmente.

S: Paula tienes hambre?

P: Pues como comprenderás si.

S: JAJAJA venga, apóyate en mi.

En ese momento la ayudé a levantarse del sofá y me dijo

P: Gracias por curarme, no pensé qué serías así.

A lo que yo le respondí:

S: Cómo que no pensabas que era así?? Si se me ve de lejos lo buena persona JAJAJ.

Ambas nos reímos, y por fin nos sentamos a comer.

Al rato de comer volví a ayudar a paula para que se tumbase en el sofá ya que estaba cansada y quería echarse la siesta, William y su hermano subieron a la habitación enfrente de la mía, y Gabriela y yo nos quedamos recogiendo la mesa. 

Mientras estábamos haciendo cosas, oímos en la tele que el pueblo cerca del nuestro, Maryland, dónde vive una amiga llamada Michele, iba a ser atacado también por culpa del West Chester, así que en cuanto pude cogí el teléfono y la llamé para avisarla. Como no vivíamos muy lejos le dije qué se trajera algo de ropa, comida y medicinas , ya que en mi pueblo ya estaba todo devastado. 

Cuando vino, no sabía donde vivía, así que fui con Gabriela a la parada de metro y la recogimos, al llegar a casa todos estaban haciendo sus cosas, así que le dije a Michele que dejase sus cosas en mi habitación, ya que no me molestaba. En la habitación enfrente de la mía, hay un canapé, con varios colchones, asique los desplegamos en el suelo de mi habitación.

Después de colocar todo, nos sentamos las tres a hablar de nuestra vida, sobre quién nos gusta y cosas así, cuándo de repente entra alguien en la habitación. Era William diciéndonos de que había un chico en la puerta, asique decidimos bajar, y resulta que es Carlos, el novio de Gabriela.

Aquella catástrofe nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora