Capítulo 10: El recuerdo.

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Ainara siempre que podía, me hablaba de la chica que le robó el corazón. Claudia Hernández. Ella era una chica deportista, le apasionaba el voley, pero también le apasionaba la música. Escuchaba todo tipo de músicas, desde reggaetón hasta la típica música que ponen las profes de inglés de hace 30 años.
Ella siempre que podía ayudaba a los demás, fuese quien fuese.
Ainara me dijo, que a ella le daban un pánico tremendo las serpientes. Que cuando fueron una vez al zoo y Claudia vio una, se agarró del brazo de Ainara muy muy fuerte, y ahí ya le dijo que le daban miedo.
Claudia llevaba unos pendientes, muy monos según Ainara. Ella siempre iba arreglada pero fina, y cuándo se arreglaba, Ainara no podía controlarse. Cuando la veía con un top el corazón de Ainara se descontrolaba.
Ainara me comentó que le gustaba muchísimo la música y le encantaban bailar. Ainara al verla bailar se quedaba embobada, solo que a ella le daba vergüenza bailar.
Una vez le dijo que si podía enseñarla a tocar el piano ya que sabía muy muy bien.
Ainara tiene un recuerdo que prácticamente recuerda con muchísima claridad. Ellas dos sentadas en la banqueta del piano, Claudia intentando ayudar a Ainara a colocar bien las manos. En ese momento Claudia roza su mano con la de Ainara, y ahí ya se vuelven locas las dos. (Ambas tenían unas ganas de comerse increíbles). Ainara sonrojada se disculpa ante Claudia, pero lo que ella sintió fue una auténtica sensación de no saber que hacer. La chica que tanto tiempo la lleva gustando se está acercando a ella. Ainara sabe que la va a besar, solo que aparta la cara por que, como dije antes, estaba muerta de vergüenza. Claudia se siente mal después de haber sido rechazada por Ainara y se disculpa. No pasa ni un minuto y Ainara se abalanza sobre ella, y se ponen a besarse desesperadamente. Así están un rato, hasta que llega el hermano de Claudia, que es tres años menor que ella. Y le pregunta: ¿qué haces tata? Ella se quedó súper tiesa y no supo qué hacer ni que decir.
A los pocos días se estuvo encontrando fatal y lamentablemente falleció.

Ainara al contarme esto, sé le escapó una que otra lagrimilla. También me dijo que le apasionaba leer. Pero que vamos, leía de una manera bruta. Podía tirarse un día entero y acabarse el libro (muy yo).
En fechas importantes, Claudia solía regalarme cosas, aun las tengo guardadas en casa.. Me dijo.
Ah sí? Que tipo de cosas te daba? Respondí.
Pues un día me regaló una pulsera, que hasta que no se me rompió no me la quité, y ahora mismo la llevo en la navaja. Me da suerte. También me estuvo dando muchas cartas, con algún dibujito en ellas. Esas cartas las tengo guardadas en lo más profundo de mi habitación. Esas cartas son sagradas. Me dijo.
Que ponía en ellas? Dije.
Pues mira, me he aprendido una de pe a pa, y dice así: querida Ainara, se que en unos días, va a ser tu cumple, y probablemente yo ya no esté. Tú sabes que yo te he querido con toda mi alma y con todo mi ser. Nunca te dije "te quiero" por que no sabía que me iba a deparar la vida. Tu me llevabas gustando años, y creo que siempre serás la chica que conquistó mi corazón. Siempre te voy a querer, esté o no esté aquí. Eres una chica que vale millones, nunca dejes que te pisoteen. Eres preciosa, y te quiero un montón, de verdad. Ojalá poder besarte de nuevo, volver a sentirnos los latidos de la otra.
Espero que nunca me olvides, te quiero. Claudia"

Fua, tu. Si que es bonito. Dije.
Sí, bueno, ya sabes .. me respondió tristona.
A ver tia, lo de que eres preciosa y todo eso es verdad. Que es lo que te entristece? Dije.
Es que no creo que vaya a encontrar a alguien como ella... me dijo.
Pero a ver tia, como que no? Eres guapa, preciosa, lista, sabes pelear, a veces eres un poco payasa, pero que seguro encuentras a alguien, de eso sí estoy segura. Y si no me crees, pues tu problema, pero te aseguro de que alguien vendrá. Le dije mientras alzaba los brazos para abrazarla.
Gracias. Me dijo con una sonrisa.

Pasaron unos minutos y....

Aquella catástrofe nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora