Capítulo 8: El recuerdo

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Al llegar a casa, yo empecé a notar a Ainara rara, le pregunté qué le pasaba y me contó que ella hace tiempo tenía una "amiga" llamada Claudia Hernández, la cual ella le gustaba demasiado.
Ella era colombiana, una chica maravillosa, con el pelo larguísimo, liso y negro. Siempre le dejaba que la peinase y le hiciera cosas en el pelo. Hasta cuando estuvo en cama.
A lo que yo le pregunté, que qué tipo de enfermedad tenía. Cuando me lo dijo me quedé asombrada.
Claudia Hernández, con tan solo 13 años de edad, sufría de una enfermedad llamada "enfermedad de fabry". Esta enfermedad la padecían pocas personas ya que es un tipo de enfermedad de depósito lisosomal llamada esfingolipidosis. Está causada por un depósito de glucolípidos en los tejidos. Esta enfermedad provoca excrecencias cutáneas, dolor en las extremidades, vista deficiente, fiebre, insuficiencia renal y enfermedad cardíaca.
Lo bueno es que ella tenía un corazón bastante sano, ya que practicaba voley, y tenía un par de gatitos pequeños. (Ainara cuando me lo dijo se le iluminaron los ojos). Una vez, en el decimotercer cumpleaños de Claudia, le regalaron un libro de chistes (que solo le hacía gracia a Ainara y a ella). Ainara me comentó que le gustaba jugar al brawl (obviamente, como viciada que es), y que bueno, ella se lo pasaba muy bien con ella ya que le hacía sentirse súper querida y amada.(recordemos la vida trágica de Ainara.)

Cuando me contó todo esto, añadió que llegaron a ser novias, solo que la dichosa enfermedad rara que ella tenía, les dejó con las ganas.
Yo al ver todo esto y ver como estaba Ainara, traté de consolarla, pero no sirvió de mucho.
Después de buscar una mochila o maleta para llevarse cosas a mi casa, pues la ayudé a hacerse la maleta. Le dije que debería o no llevar. Y en cuanto me di cuenta de que en su cama tenía un peluche con forma de perro y ella lo usaba mucho,  no dudé en guardárselo en la maleta.

A la vuelta fuimos por donde habíamos pasado y había una cosa rara. Eran como las marcas de unas ruedas en específico. Ainara en cuanto las reconoció dijo en voz alta: "cabrones". Yo me percaté de lo que dijo y me di cuenta de que algo bueno no sería.

En ese momento nos encontrábamos en la calle ya que volvíamos a mi casa. No había ningún coche por la carretera, todo estaba desértico. El  único coche que había era el que conoció Ainara,  el mismo que hizo que su padrastro muriera.
Ese coche era del señor Arcángel. Ainara llena de odio y rabia, deja la maleta junto a mi, y se adelanta para rajarle las ruedas con la navaja. Yo la detengo por unos instantes. Ainara mira furiosa a través de cristal del coche la cara del señor Arcángel, la misma que figuraba una sonrisa macabra.
Le dije a Ainara que sería mejor irnos, ya que podríamos acabar muertas. A lo que me respondió "¡mi familia y la chica de mi vida han muerto por mi culpa!, no me lo perdonaré jamás."  Yo al oír esto le digo: " no es culpa tuya. Tu madre falleció por culpa del borracho de tu padre, y tu padrastro murió por salvarte, por que te quería tanto, que arriesgó su vida por ti, para que tu ahora pudieras vivir tu vida."
El señor Arcángel,  nos estuvo escuchando la conversación que tuvimos Ainara y yo, y a los pocos minutos salió del coche con una foto.
No se si reconoceréis a este chico, nos dijo enseñándonos la foto. Él es mi hijo, es quimico.
Sí,  si se quien es. Respondi lo más seria posible. Él  es quien lanzó bombas autodestructoras aquí. Y por eso todo el mundo es zombie. Por eso estamos en un PUTO MUNDO APOCALÍPTICO.
No, jamás, nunca haría algo así él.  Respondió con el ceño fruncido.
Ah no? Porque coño te crees que no hay gente por las calles? Porque todo está  destruido? Porque, porque, porque... Podrán haber muchos porqués,  pero una única respuesta. Él  quería vernos muertos a todo el pueblo. Él  no es el hijo que usted está pensando. Usted no sabe quien es su hijo.

Pero, usted no había muerto cuando su hijo apenas tenía 8 años? Dijo Ainara.
A ver, he tenido muchos problemas con bandas, sicarios y narcos. Me he tenido que hacer el muerto por que si mi familia se entera de esto, nunca me perdonaría.
Ah, tu familia no te perdonaría? PERO YO SI TE TENGO QUE PERDONAR AL MATAR A MI PADRASTRO DELANGE DE MI, NO? Ojalá te pudras, me das asco. No te pienso perdonar. Dijo Ainara limpiandose las lágrimas de los ojos.
Tia relájate, respira hondo, ya le vendrá lo malo cuando se entere de que su mujer ha muerto y su hijo está matando a todos, ya le vendrá el karma. Repetí varias veces mientras consolaba a Ainara.

Nos sentamos en el bordillo de la acera, Ainara puso su cabeza en mi hombro y estuvo llorando un rato, hasta que se calmó.  A los pocos minutos, vino el señor Arcángel a decir unas breves palabras. "Lo siento mucho, confundí a tu padrastro con un narcotraficante muy peligroso de estas zonas. No sabes lo que me arrepiento, de verdad. Ojalá pudiera hacer algo para recompensarte esta pérdida "

No hay nada que puedas hacer, el daño esta hecho y ya no voy a volver a ver a mi puto padrastro vivo. La única persona que me queda viva es ella. Tengo casa, comida, techo, y gente que me cuida. No necesito tus disculpas ahora. Déjanos en paz porfavor. Le suplico varias veces Ainara.

¿Cómo que la única persona que te queda viva soy yo? Repliqué un par de veces.
Eres la única amiga que tengo. Me cuidas y me tratas bien, casi ni nos llevamos, solo hablamos por insta un par de veces, no se por qué haces esto por mi. Me dijo Ainara.
Tia, sinceramente creo que lo que más necesitas ahora mismo, es gente que te llene ese vacío que tienes ahí (le señalo al pecho), y sí,  sé que va a ser muy doloroso, pero bueno, si te habituas al dolor, se hace más fuerte y ya ni lo notas. Además creo que necesitas una buena amiga de verdad. Que te apoye en lo que necesites, que te escuche y te dé consejos.¿Me entiendes? le dije.
Si, si lo entiendo. Y gracias por esto que estás haciendo. Me dijo acercándose para abrazarme.
Creo que debemos volver a casa, está oscureciendo.
Si por que no quiero que me aparezcan zombies de esos. Le continué diciendo mientras íbamos recogiendo la maleta y yendonos a mi casa.

Aquella catástrofe nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora