capítulo 13: El extraño ruido.

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En el capítulo pasado, Ainara y yo estábamos en el pasadizo. Cuando Ainara me preguntó la hora fue por que escuchó un ruido raro procedente de la planta de arriba, donde estaban los demás.
Ambas nos asustamos, pero pensamos que estarían bien, cuando de pronto....

En la planta de arriba, más concretamente en el salón, se encontraban todos. Irache, Héctor, Michele, Paula, Inas e Irene.
Estaban viendo la tele, a un volumen un tanto alto.  Ellos no sabían que sobre las 10 o mientras anochecía los zombies salían a cazar.

Nunca pensaríamos que nos iban a rodear la casa y, pasó lo que debía pasar. Los zombies rodearon la casa debido al ruido. Rompieron algunos cristales para poder acceder a la casa.
Mientras los chicos estaban muertos de miedo, nosotras estábamos en el pasadizo tan tranquis.
Algunos de ellos subieron a las habitaciones y se encerraron. No todos fueron listos y bueno.
Al romper una ventana, un zombie entró a la casa muerto de hambre ya que de camino a la misma atacó a un nuevo compañero llamado Matías.

Matías estaba tirado en el suelo, convulsionando debido a los mordiscos de los zombies. Tenía el cuerpo lleno de arañazos y mordidas. En poco tiempo se convertiría en uno más.
Aunque había una pastilla que se creaban a base de aplastar cierto tipo de plantas, que lo que hacía esa pastilla era ir eliminando el "veneno" de los zombies hasta volver a ser normal.
La pastilla se llamaba Vluvole shobgip. Y para conseguir la pastilla necesitabas mezclar varios tipos de plantas que solo crecían en un sitio muy específico.
Ese lugar era un estanque que no quedaba muy lejos de donde estábamos. Por lo que al pasar unas horas o más bien días, nos pusimos en marcha.

Mientras tanto, dentro de la casa estaban Irache, Héctor y Michele en la habitación de los niños, Irene, inas y Paula se metieron al baño y nosotras nos quedamos encerradas en el pasadizo.

Ainara se puso en marcha pero como iba coja, se agarraba a mi. Estuvimos andando bastante hasta que se volvió a cansar, por lo tanto la tuve que ayudar a sentarse y así fue siempre. Le ofrecí agua ya que llevaba mucho tiempo sin beber y ella me la aceptó. Al pasar unos minutos Ainara me volvió a hacer preguntas randoms.
Como, cuales eran mis animales favoritos o cosas así simplemente para pasar el tiempo y no aburirnos.

Estuvimos asi todo el rato. Cuando nos cansábamos nos sentabamos durante un tiempo para recuperar fuerzas y luego seguíamos.
Cuando, en una de estas, Ainara me dijo algo que destacó.
"Que fue lo que hizo que la chica que te gusta, te gustará, tipo como es su personalidad?"
Yo le respondí: que lo que más me gustaba era, pues que es una chica muy tímida, pero se ve que en confianza es más friki que yo que sé, se la ve con buen corazón y, sinceramente no se que más decirte, solo sé que me enamoré de esa timidez que la hace única, cuando me ve, me suele saludar con una sonrisa que pues, me encantaría ver todas las mañanas o poder saborear esos labios, pero no lo sé aún y eso me acojona.

En ese momento Ainara se abalanzó sobre mi y me besó.
Ahí fue cuando me dije a mí misma: "sabía que lo lograrías". No pasaron ni diez minutos cuando me dijo si era ella quien me gustaba, a lo que yo tímidamente afirmé con la cabeza. Ella me Miró a los ojos, y me dijo que ella también estaba enamorada de mi, pero que le daba vergüenza declararse por que no sabía si yo sentía lo mismo.
Ambas nos sonrojamos. A mí me dio ansiedad, por qué estaba muy nerviosa de lo que me podría decir, y me empezó a temblar muchísimo las manos y la pierna. En cuanto Ainara me vio así, empezó a tranquilizarme como pudo. Primero me agarró las manos mientras me intentaba decir cosas bonitas. Luego al verme la pierna me intentó pararla, poniendo su mano encima mientras que la otra me sujetaba una de mis manos.
Así pase unos minutos hasta que me tranquilicé. Luego proseguimos por el pasadizo hasta que llegamos al final, ya que era un pasillo largo sin salida. La salida era una especie de agujero en la pared tapado con un tablón de madera, el cual estaba en un muy mal estado. Tenía hongos y lo que sería la madera estaba hinchada por el agua y se deshacía.
Le dije a Ainara que iba a retirar la tabla para que pudiéramos salir por qué la entrada se había atascado y nos habíamos quedado encerradas ahí.
Intenté quitar como pude la madera pero me quede con el cacho de madera en la mano, así que lo tiré y retire lo que faltaba. El agujero daba a otro callejón el cual nos acortaba el camino para poder llegar al estanque.

Aquella catástrofe nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora