Capítulo cuatro: nueva integrante

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Al día siguiente, me llamó Inas, diciéndome que estaba en la parada de metro esperándome, así que les dije que me iba a ir, y Dani me dijo:

D: Preciosa ¿quieres que te acompañe?

S: Cómo quieras cari.

Él me sonrió y yo se la devolví, cogí el móvil, llaves y poco más y salí de casa con Dani.

Me cogió de la mano, ya que no me lo esperaba para nada, y creo que él sintió mis nervios, así que me dijo:

D: Sé que estás nerviosa, pero puedes dejar de estarlo.

S: A no sí, señor a la orden. No me jodas Dani JAJAJ, no eres más tonto porque no entrenas, o ¿si?

D: Pídeme perdón o sino..

S: ¿O sino qué?

D: ¡¡PELEA DE COSQUILLASS!!

S: Ni se te ocurra eh, que te pego un guantazo.

D: Pero no seas agresiva, Dios mío, Sabes que aún así lo voy a hacer ¿no?

S: Tú hazlo y verás el guantazo que te llevas, tú mismo.

D: Pero ¿No te gustan las cosquillas o qué? ¿Qué te pasa con eso?

S: Si me gustan pero, no sé, tengo demasiadas inseguridades, y eso es lo que me tira para atrás.. No sé si lo entiendas..

D: Tranquila, que para mis ojos siempre serás perfecta.

En ese momento se me escapó una lagrimita, él se da cuenta y me dice:

D: Da igual cómo seas, que siempre serás perfecta para mi, tus imperfecciones y defectos son únicos y eso es lo que te hace ser así de PERFECTA y ÚNICA.

En ese momento él me abrazó y también me besó, lo sentí tan claro, que el tiempo que pasó besándome, pasó lentísimo.

Antes de terminar de besarnos en mitad de la estación de metro, Inas bajó del mismo en el momento justo y nos pilló besándonos, ambos seguimos hasta que ya ella nos dijo:

I: Ya veo lo que me querías contar eh, estoy aquí.

S: La madre que te parió, no nos asustes de esa manera.

Ambos estábamos colorados debido a los nervios, ya que no nos esperábamos ese susto. Así que ella prosiguió diciendo:

I: Perdón chicos por el susto, pero hacéis bonita pareja.

En ese momento, ambos nos sonrojamos aún más de lo que ya estábamos. Me llevé las manos a la cara para evitar el sonrojo de nuevo, y después agarré a Inas del brazo (típico de las abuelitas cuenta chismes) para llevármela a casa. En el camino estuvimos hablando de Mason y de Dani, pero claro, con apodos para que él no sepa de quién estamos hablando.

D: Hey chicas, ¿de qué hablan?

S: Nada de cosas nuestras, ¿Porqué?

D: Porque te ves tan linda, que te volvería a besar.

S: ¡AAA CÁLLATE!

I: Buenooo, y ¿por qué no esperas a llegar a casa y comértela allí?

S: ¡PERO TÍAAA! yo te mato eh

En ese momento me volví a poner roja, Dani simplemente me miró y sonrió, e Inas me miró con una cara y al yo darme cuenta, le pegué un guantazo porque se lo merecía ( la verdad es que no pero es muy payasa en ese sentido)

Así que cuando llevé a mi casa a Inas, dejé que se acoplase, mientras yo pensaba en la comida, pero como  no sabía muy bien que hacer, le pregunté a Gabriela qué le apetecía y me dijo que quería comer algo de embutido,  claro,  yo pensé  en Inas  que es musulmana y no puede comer cierto tipo de animales como el conejo o el cerdo, pero si pollo y pavo, así que saqué  un poco de chorizo, lomo, salchichón y un choped  de pavo el cual ella si podía comer.
Llamé a todos para que fueran a comer, pero....

Continuará......

Aquella catástrofe nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora