El primer día del primer semestre es siempre el mejor para observar a la gente. Montones de imbéciles andan de acá para allá como pollo sin cabeza, y montones de chicas lucen sus mejores modelitos en un intento desesperado de atraer la atención de los hombres.
Esto se repite año tras año en todas las facultades del planeta. Pero resulta que yo estoy condenado a ir a la Universidad de Corea Central. Me gusta bastante; es fácil, y mis profesores suelen hacer la vista gorda conmigo. A pesar de mi puta falta de interés, no me va mal académicamente hablando. Si me «aplicara más», me iría aún mejor, pero no tengo ni el tiempo ni la energía de obsesionarme con las notas, o con planes o con nada con lo que uno pueda obsesionarse.
No soy tan idiota como los profesores suelen dar por hecho que soy. Puedo faltar una semana entera a clase y bordar el examen después. Sé que, mientras siga así, me dejarán tranquilo.
La fachada del Centro de Estudiantes es el lugar perfecto para contemplar el espectáculo. Me encanta sentarme aquí a observar cómo lloran los padres. Me resulta divertido porque a mi madre parecía faltarle el tiempo para deshacerse de mí, y algunos de estos padres actúan como si les estuvieran cortando los brazos cuando sus hijos, hijos que ya son adultos, se van a la universidad. Deberían alegrarse de que hayan decidido hacer algo con sus vidas, en lugar de lloriquear como críos. Si se dieran una vuelta por mi antiguo barrio, besarían el suelo de la KKS por darles a sus hijos una oportunidad en la vida.
Una mujer con unas enormes tetas falsas y el pelo decolorado abraza a su enclenque hijo de camisa de cuadros, y sonrío de oreja a oreja al ver cómo él empieza a llorar en el hombro de su
madre. Menudo pringado. Su padre espera detrás, apartado de la patética escena mientras mira su caro reloj, a que su mujer y su hijo dejen de gimotear.No sé cómo me sentiría si mis padres estuvieran obsesionados conmigo. Mi madre se preocupaba bastante, cuando no trabajaba de sol a sol, y dejaba que me valiera por mí mismo mientras compensaba la falta de sentido común del idiota de mi padre. Intentaba compensarlo como podía, pero cuando se ha perdido ya tanto, uno sólo puede ayudar hasta cierto punto. Y yo rechazaba su ayuda. En todo momento. No la acepté entonces y no la aceptaré ahora. Ni la suya ni la de nadie.
—¿Qué hay, tío?— Yeonjun se sienta a la mesa del merendero enfrente de mí y se saca un cigarrillo del bolsillo —. ¿Qué planes tienes para esta noche?— pregunta mientras enciende el mechero.
Me encojo de hombros y me saco el teléfono del bolsillo para mirar la hora.
—No lo sé. Hemos quedado en el cuarto de Taehyung.
Mientras fuma, Yeonjun me insiste para que vayamos al cuarto de Taehyung desde el Centro de Estudiantes. No está lejos, a unos quince minutos o así, pero preferiría ir en coche a tener que
sortear a las masas de alumnos ansiosos ataviados con sus mejores galas universitarias.Para cuando llegamos a los dormitorios, Yeonjun no para de hablar de la fiesta del fin de semana. Hay una fiesta todos los fines de semana. No entiendo por qué se emociona tanto. Para mí siempre es todo igual. El mismo grupo de amigos, la misma cantidad de sexo, las mismas
fiestas..., otro día, pero la misma mierda de siempre.Estoy a punto de irrumpir en la habitación, pero Yeonjun me detiene: —Deberíamos llamar. ¿Te acuerdas del pedo que llevaba la última vez?
Me río para mis adentros. Sí, me acuerdo de ese día. Era el último semestre. Entré en el cuarto de Taehyung sin llamar y me lo encontré de rodillas delante de un idiota. Lo llamo idiota porque..., bueno, porque llevaba chanclas. Desde mi punto de vista, un joven que lleve chanclas es automáticamente un idiota. Él se quedó todo cortado, y Taehyung estaba borracho. Mientras el tipo se largaba corriendo, Taehyung lanzaba prácticamente todas sus posesiones en dirección a mi cabeza. Verlo tan horrorizado me alegró la semana. A día de hoy, aún lo pincho con el tema.
ESTÁS LEYENDO
After "Kookmin"
Fanfiction(Versión KooMin) [1ʀᴀ ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀᴅᴀ] La inocencia, el despertar a la vida, el descubrimiento de una aventura un amor infinito, dos polos opuestos hechos el uno para el otro. (Esta es una adaptación sin fines de lucro, todos los créditos son para la auto...