;🐇' Capitulo 07 '

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—Desafío.— Todo el mundo sabe que nunca elegiría la otra opción. Pongo los ojos en blanco. No me puedo creer que esté jugando a esta tontería. Miro al Puritano Jimin y veo cómo rumia un buen desafío.

—Hum... ¿A que no te atreves a...?— Se detiene.

Todos estamos esperando, anticipándonos a su pregunta mientras juega acorde a nuestro plan.

—¿A qué?— presiono para que se dé prisa con esta mierda.

Este chico, que no tiene ni idea de en el lío que se está metiendo con esta manada de hienas..., continúa en silencio, mirando a su alrededor, preso del pánico.

Sólo es un juego, pero sé que le gusta estar por encima en lo que a ingenio se refiere, incluso si se trata de algo tan estúpido como esto. Me divierte ver cómo se preocupa por algo tan nimio. Tiene la manía de morderse el labio inferior, del mismo modo en que yo juego con mi aro. Por un instante, me lo imagino con un piercing en el labio. Sería la hostia verlo así.

—¡A quitarte la camiseta y no volver a ponértela durante el resto del juego!— exclama Jieun por Jimin. Y Jimin se pone colorado. Se está convirtiendo en un patrón.

—Qué infantil.— Me quito la camiseta negra por la cabeza y Jimin posa la mirada sobre mi cuerpo, y lo hace con tanta intensidad que ni siquiera se da cuenta de que lo estoy observando. Taehyung le da un codazo, y él aparta los ojos y los fija en el suelo.

Oficialmente voy a ganar esta apuesta. Taemin no tiene nada que hacer.

El juego continúa, y yo permanezco aquí sentado, medio desnudo, observando cómo Jimin intenta no mirarme. No sé interpretar sus miradas. No sé si le disgustan mis tatuajes o si le intrigan. No para de temblarle la mandíbula; seguro que se está esforzando al máximo por permanecer quieto. Qué interesante.

—Jimin, ¿verdad o desafío?— pregunta Hyunjin. Me inclino hacia atrás y me apoyo sobre las palmas de las manos.

—¿Para qué preguntas? Todos sabemos que va a decir verdad...

—Desafío— dice él muy testarudo, sorprendiéndome con un tono retador. Es un sonido provocador que hace unos instantes jamás habría creído posible que saliera de su boca.

—Hum... Jimin... ¿a que no te atreves... a beber un trago de vodka?—Hyunjin sonríe.

—No bebo alcohol— dice, y levanta la barbilla a modo de orgulloso negativo.

Me lo había imaginado, pero me complace esa revelación. Todos los presentes están deseando ponerse como las cabras, y resulta agradable tener a alguien que no necesita eso.

—Por eso es un reto— responde Hyunjin.

—Oye, si no quieres hacerlo...— empieza a decirle Soobin.

—Es un pringado— me susurra Jieun al oído.

¿Pringado? ¿Porque no quiere beber?

—Vale, sólo un trago— dice. Y así, sin más, don «Yo no hago esto y lo otro», cede ante la presión.

Lo cierto es que me siento algo decepcionado. No sé muy bien por qué, pero creía que era diferente. Pensaba que no era como el resto de nosotros, desesperado por llamar la atención de nuestros colegas. Está claro que me equivocaba.

—Lo mismo de antes— le dice Taemin, y le da un gran trago a la botella de vodka antes de pasársela.

Me cabrea que beban de la misma botella; es asqueroso. Y el juego continúa, bebida tras bebida. Él hace gestos de desagrado y se limpia el ardiente líquido de los labios. Ahora tiene los ojos rojos y las mejillas a juego. Da la impresión de estar perdido y de que pierde el equilibrio, incluso a pesar de estar sentado. Se lleva la botella a la boca de nuevo y, de repente, me sorprendo agarrándola y apartándola de él. No intenta detenerme. ¿Es consciente de que ya ha bebido suficiente? ¿Considera esto su primer sorbo de libertad? Un chico tan protegido, expuesto ahora a este mundo cruel de personas que beben para dejar de sentir aquellos problemas que sus padres de mierda les hayan legado. Quizá el suyo, como el mío, fuera el abandono. ¿Sufrió este chico de abandono? Fijo la mirada en el cuello perfectamente cerrado de su camisa. No, estoy seguro de que no lo abandonaron. Tal vez su baja autoestima sea sólo una fase. Quiere liberarse de sus controladores padres y demostrarse a sí mismo que él también puede ser un chico rebelde. Es perfectamente capaz de salir con los chicos malos y de beber hasta vomitar. La otra posibilidad es que, sencillamente, a mi grupo y a mí se nos dé demasiado bien arrastrar a la gente.

After "Kookmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora