Me paseo por la fiesta llena de gente y me abro paso a través de un grupo de idiotas borrachos que están jugando a alguna especie de juego de beber para entretenerse mientras intentan encajar desesperadamente. Sus ojos inyectados en sangre y sus estúpidas sonrisas me dan ganas de vomitar. Uno por uno, todos me miran con cara de estar pensando «es un idiota» mientras lanzan bolas de plástico en unos vasos llenos de cerveza y lo celebran a gritos como si hubieran ganado una especie de medalla por haberse puesto ciegos de alcohol compartiendo vasos con la cerveza más barata del mercado.
Cuando llego al atestado vestíbulo, veo a Taehyung y a su compañero de cuarto. El rubio parece perdido, completamente fuera de lugar en este enjambre de cuerpos en movimiento. Alguien le da una bebida y él sonríe con amabilidad, a pesar de que no la quiere. Lo sé porque se refleja en sus ojos. Pero la acepta, y se lleva el vaso rojo a la boca.
Otro que hace lo que hacen todos. Menuda sorpresa.
—¡Hooolaaa, Tierra llamando a Jungkook!— oigo que dice Jieun por encima del barullo. La miro y veo la expresión de enfado en su rostro mientras apoya una mano sobre la cadera. Tiene la vista clavada en Jimin y Taehyung. —¿Qué estabas mirando?— pregunta con voz tensa.
—Nada. Métete en tus putos asuntos.
Continúo mi camino y subo la escalera rumbo a mi habitación. Por detrás de mí oigo un repiqueteo insoportable de bisutería barata y excesiva. Me vuelvo y me encuentro con Jieun y sus ojos de cachorro.
—¿Me estás siguiendo por algún motivo?
Se aparta el pelo rosa del hombro. —Me aburro— se queja.
—¿Y?...— Me saco el móvil del bolsillo trasero y finjo que hago cualquier cosa menos escucharla.
Jieun me pasa la mano por el brazo. —Entretenme, idiota.
La miro de arriba abajo, y me deleito en el modo en que su minúsculo vestido resalta todas las cosas que ya he visto. Me clava las uñas, y su sonrisa se intensifica. —Venga, Jungkook, ¿cuándo fue la última vez que te corriste?
No tiene vergüenza. Me gusta.
—Pues, teniendo en cuenta que me la mamaste hace dos días...
Pega sus labios a los míos antes de que pueda decir una palabra más. Me aparto hacia atrás, pero ella se adelanta. «En fin, ¿por qué no?» No está nada mal, y podría estar perdiendo el tiempo con cosas peores. Como Taehyung con su puritano Jimin toda la noche. Menudo rollo.
Jieun me guía hasta la última habitación que hay a la derecha; sabe perfectamente que no debe intentar ir a mi cuarto. Nadie entra en mi cuarto. Cierra la puerta después de pasar y se abalanza sobre mí en cuestión de segundos. Tiene la boca caliente y los labios pintados con un brillo pegajoso. El hecho de tocarnos, ya sea con Jieun o con cualquier otra, me ayuda a evadirme. No entiendo muy bien por qué, pero cuando desconecto la mente durante un rato todo me resulta más fácil. Es un subidón, el único momento en el que realmente siento algo. Jieun me lleva hasta el catre, que apenas tiene una sábana encima. Estos pequeños detalles no importan cuando no sientes nada. Jieun extiende su cuerpo menudo sobre el mío y se restriega contra mi pierna. La agarro del pelo rosa y aparto su boca de la mía.
—No— le advierto. Ella responde con el gruñido quejumbroso que suele emitir cuando le recuerdo que no me bese.
—Eres un idiota— protesta, pero pasa a ponerse a horcajadas sobre mi cintura.
La puerta se abre y deja de menear las caderas. Se vuelve, se incorpora, y yo me apoyo sobre los codos.
—¿Puedo ayudarte en algo?— pregunta Jieun con un tono duro, cargado de impaciencia y necesidad. Y, por supuesto —¿cómo no?—, la persona que está en la puerta es Jimin, el compañero de Taehyung, con una expresión que me indica que está más cortado que Jieun y yo juntos.
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After "Kookmin"
Fanfiction(Versión KooMin) [1ʀᴀ ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀᴅᴀ] La inocencia, el despertar a la vida, el descubrimiento de una aventura un amor infinito, dos polos opuestos hechos el uno para el otro. (Esta es una adaptación sin fines de lucro, todos los créditos son para la auto...