Han pasado veinte minutos desde que se ha marchado hecha furia y no lo encuentro por ninguna parte. ¿Por qué no puede ser como Jieun o como Taehyung o cualquiera de las personas que me he tirado y volver a por más? ¿Cómo es que tiene tanta fuerza de voluntad?
—Se ha ido.— Yeonjun entra en la cocina, botella de vodka en mano.
¿Se ha ido? Venga ya. Si ni siquiera sabe cómo volver al campus y, si se pierde, el móvil prehistórico que lleva no le servirá de nada.
—Qué va.— Meneo la cabeza y cojo una taza vacía. Cuando abro el grifo, Soobin me mira con una ceja enarcada y una sonrisa bobalicona en la cara. —¿Qué miras, pringado?— le pregunto bebiéndome el agua de un trago.
—Nada, hombre.— Se echa a reír y comparte una sucia mirada con Yeonjun.
—¿Qué me estoy perdiendo?— Agito la mano entre los dos.
—Nada.— Yeonjun me pone la mano en el hombro y me aparto —. ¿Por qué lo estás buscando, exactamente?
—¿Tú qué crees?— respondo rápidamente, no muy seguro de si les estoy mintiendo o si vuelvo a entrar en la Apuesta. Sí, todavía estoy, pero en este momento sólo quiero saber adónde mierda ha ido.
—Ya.— Soobin le da codazos a Yeonjun como mis amigos y yo solíamos hacer en el colegio —. Pues se ha largado. Lo he visto salir por la puerta principal.
—Y ¿lo has dejado?
—¿Si lo he dejado? ¿Y a mí qué más me da si viene o se va? A ti tampoco debería importarte... Digo yo— replica Soobin, e intercambia una mirada con Yeonjun.
—¿Dónde está Taemin?— les pregunto. Con suerte, la pregunta les hará pensar que lo que más me preocupa es que me saque ventaja. Ambos menean la cabeza y se encogen de hombros, luego vuelven a charlar de sus mierdas como si hubieran perdido todo interés en el asunto. Me alejo de ellos apretando los puños.
¿Habrá llamado a un amigo para que venga a recogerlo? Pero ¿tendrá amigos? Parece de los que miran a los demás por encima del hombro y por eso nadie quiere ser amigo suyo. En eso es como yo. Sólo que él es un poco menos desagradable. Sólo un poco. Estoy seguro de que no es tan tonto como para volver andando a la residencia, que son cinco kilómetros.
¿Es tonto? No. ¿Es cabezota? A más no poder.
Recorro los pasillos de la planta de arriba una vez más para asegurarme de que no está en la casa. No hay nadie en mi cuarto. Esperaba que fuera un grano en el culo y volviera a colarse en mi habitación. Esperaba pillarlo sentado en la cama con uno de mis libros en la mano. Pero no, tiene que ser difícil y marcharse de casa. Solo. Solo. Joder, está vagando por las calles él solo. ¿Qué clase de...? Joder, me pone de los nervios. ¿Podríamos haber escogido a un chico más difícil para la Apuesta? Ni de coña.
—¡Soobin!— grito su nombre por encima de la música y bajo corriendo la escalera.
—¿Qué? ¿Tienes prisa?— me dice con una sonrisa burlona en los labios. Freno al llegar abajo.
—No, sólo...— Me aparto el pelo de la frente —. Estoy buscando al moreno, el de la camiseta negra con un buen culo.
Soobin baja la mirada y sonríe. Apenas puedo ver las palabras que lleva tatuadas en el interior del labio inferior cuando dice: —Ah, lo pillo.
—Bueno, pues me voy a buscarlo...— Me doy la vuelta rápidamente y los oigo despotricar mientras me alejo.
Salgo de la casa sin mirar atrás y me meto en el coche. Las calles están desiertas. No hay ni un alma, y ni rastro de él. Doy un par de vueltas más a la manzana y decido ir a su residencia. Ya debe de estar allí. Tiene que estar allí.
ESTÁS LEYENDO
After "Kookmin"
Fanfiction(Versión KooMin) [1ʀᴀ ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀᴅᴀ] La inocencia, el despertar a la vida, el descubrimiento de una aventura un amor infinito, dos polos opuestos hechos el uno para el otro. (Esta es una adaptación sin fines de lucro, todos los créditos son para la auto...