;🐥' Capitulo 17 '

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Mis pies avanzan lentamente por la suave hierba hasta que me encuentro tan sólo a unos centímetros de él. Agarra inmediatamente el dobladillo de la camiseta y tira de él hacia arriba para quitármela. Su modo de mirarme me vuelve loco, y tengo las hormonas revolucionadas. El pulso se me acelera al ver cómo recorre mi cuerpo con los ojos una vez más antes de cogerme de la mano. Coloca la camiseta sobre la hierba a modo de manta.

—Échate —dice, y me guía hasta el suelo con él. Me tumba sobre la tela mojada y él se tiende de lado, apoyándose en un codo, de cara a mi cuerpo tendido boca arriba.

Nadie me había visto nunca tan desnudo, y Jungkook ha visto a muchas personas; chicos mucho más atractivos que yo. Levanto las manos para cubrirme el cuerpo, pero él se incorpora, me agarra de las muñecas y me las coloca a los costados.

—No te tapes delante de mí jamás —dice mirándome a los ojos.

—Es que... —empiezo a explicarme, pero él me interrumpe.

—No, no quiero que te cubras, no tienes nada de lo que avergonzarte, Jimin. —«¿Lo dice en serio?»—. Lo digo en serio, mírate —continúa, como si me hubiese leído la mente.

—Es que has estado con muchos chicos —espeto, y él frunce el ceño.

—Ninguno como tú.

Sé que podría interpretar eso de muchas maneras, pero decido dejarlo estar.

—¿Tienes un condón? —le pregunto, intentando recordar las pocas cosas que sé respecto al sexo.

—¿Un condón? —Se ríe—. No voy a follarte —dice, y me entra el pánico.

«¿Es éste otro de sus jueguecitos para humillarme?»

—Ah —es lo único que consigo decir, y empiezo a incorporarme. Jungkook me agarra de los hombros y me empuja hacia el suelo de nuevo. Estoy seguro de que me he puesto rojo como un tomate, y no quiero exponerme ante sus sarcásticos ojos de esta manera.

—¿Adónde vas? —empieza, pero entonces se da cuenta de lo que ha dicho—. Ah. No, Jimin, no quería decir eso, es sólo que tú nunca has hecho nada... nada en absoluto, así que no pienso follarte. —Me observa durante un momento—. Hoy — añade, y siento que parte de la presión que noto en el pecho desaparece—. Hay muchas otras cosas que quiero hacer primero.

Se monta encima de mí y apoya todo su peso en las manos, como si estuviera haciendo flexiones. Gotas de agua caen sobre mi rostro desde su pelo mojado y me retuerzo.

—No me puedo creer que nunca te haya follado nadie —susurra, y se aparta para tumbarse de lado de nuevo. Sube la mano hasta mi cuello y luego la hace descender, acariciándome únicamente con la yema de sus dedos, por el valle de mis clavículas y por mi estómago, hasta que se detiene justo por encima de mi ropa interior.

«Esto va en serio. ¿Qué va a hacerme? ¿Me dolerá?» Cientos de pensamientos pasan por mi cabeza, pero desaparecen en cuanto desliza la mano por debajo de mi bóxer. Oigo que toma aliento entre los dientes y acerca la boca a la mía. Mueve ligeramente los dedos, y la sensación me deja perplejo.

—¿Te gusta? —pregunta con su boca pegada a la mía.

«Sólo me está acariciando, ¿por qué es tan agradable?» Asiento, y con su pulgar juega en la glande de mi goteante pene.

—¿Te gusta más que cuando lo haces tú?

«¿Qué?»

—Dime —insiste.

—¿Qué?... —consigo articular, aunque he perdido el control de mi cuerpo y de mi mente.

—Cuando te masturbas, ¿te gusta tanto como esto?

After "Kookmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora