Witch [Peter Parker] [Alma #2]

04. Sujeto

T/n.

Aterricé en el suelo, y miré al sujeto con la bola de cristal de cabeza.

—Buen trabajo. —se acercó a mí y me extendió la mano.

—Parece que hubieras sabido como matarlo. —estreché mi mano con la suya, sin tanta confianza.

Escuché que unas personas nos aplaudían y miré de dónde provenía en ruido, eran mis compañeros junto a los profesores.

El sujeto les hizo una seña con las manos despidiéndose y se fué volando de allí.

—Jarvis, reporte de lesiones. —murmuré.

—No hay ninguna lesión, Señorita Stark. —respondió la IA—Tiene una llamada entrante. —me avisó.

—¿De quién? —pregunté, buscando con la mirada a Peter.

—Número desconocido.

Fury.

—Rechazala. —ordené—Llama a Peter.

(....)

Todos habíamos vuelto al Hotel. Todo el salón estaba totalmente loco por la aparición de aquel sujeto.

—Tienen que ser extraterrestres. —dijo Ned, mirando su computadora.

—Aquí dice que un marinero llamado Morris Bench fue expuesto a un generador submarino y adquirió poderes hídricos. —leyó Flash, mirando una nota en su celular.

—Sí, que bueno que crees todo lo que dicen en internet. —MJ asintió con la cabeza apretando los labios.

—¿Recuerdame cuantas cosas dicen sobre mis poderes en internet? —fruncí el ceño.

—Una vez leí que habías sido abducida por extraterrestres cuando eras una niña. —dijo Betty.

—¿Lo ves? —levanté las cejas.

—Spider-man puede vencerlo. —murmuró Flash, refiriéndose al sujeto.

—¿Qué crees que sea? —le preguntó el profesor Harrington al profesor Dell.

—Cómo hombre de ciencias... Son brujas. —respondió Dell.

Me acerqué detrás de Peter, justo que terminaba de hablar con May por teléfono.

—Adiós. —se despidió. Cortó la llamada y se giró hacia mí. Se acercó y me besó.

Tomó mis mejillas con sus manos.

—¿No te duele nada? —le pregunté al separarnos.

—Ya te dije que estoy bien. —respondió, volviendo a acercar sus labios a los míos.

<<Podría quedarme besándola toda la vida>> dijo él en su cabeza. Sonreí en el beso al escuchar aquello.

—¿Qué? —preguntó él, a sólo unos milímetros de mí.

—Me encanta escuchar tus pensamientos. —mordí mi labio inferior con una sonrisa.

El sonrió y dejó un tierno beso en mis labios, para después acercarme a su cuerpo y abrazarme. Me aferré a él y olí el perfume de su camiseta.

Desde que él volvió siento que lo extrañé toda una vida, y ahora que está aquí, sigo extrañandolo aunque esté conmigo.

—¿Y ese quién es? —preguntó Betty, viendo el televisor.

—Es como Iron-man y Thor en uno solo. —dijo Brad, fascinado.

—No es malo, pero no es Spider-man. —bufó Flash.