Witch [Peter Parker] [Alma #2]

13. Las mentiras tienen patas cortas

T/n.

—Okey, Fury ya recibió el mensaje en clave. —Happy llegó corriendo a Peter.

—Los chicos están en Tower Bridge. Ned dijo London Bridge, pero entendí. —le mostré la ubicación del celular de Ned en la tablet.

—Ire a buscarlos, ¿si? —dijo Happy.

—Sí.

—Estamos cerca. —afirmó—¿Y como va el traje?

—Le falta poco. —respondió Peter y luego me miró—¿Puedo hablar contigo por un segundo?

Asentí.

—Iré a revisar el piloto. —Happy comenzó a alejarse.

—¿Qué pasa? —le pregunté, confundida.

El rebuscó algo en su bolsillo, y de él sacó un anillo. Tenía una base con pequeños diamantes incrustados y estos se esparcían para los lados.

Fruncí el ceño y lo miré.

—Planeaba darte esto en parís, pero...

—Peter... —bajé mi vista al anillo.

—No puedo arriesgarme a que algo me pase y no habertelo dado.

Lo miré con el ceño fruncido, y un nudo enorme se formó en mi garganta.

—No digas eso. —negué con la cabeza.

—Cariño, lo siento. —el me envolvió con sus brazos.

—Nada va a pasarte. —negué con la cabeza—No voy a permitirlo.

Me separé un poco de él. Nuestros rostros quedaron centímetros el uno del otro.

—Te amo. —susurró.

—No lo digas como si estuvieras despidiendote. —dije, aguantandome el dolor que el nudo generaba en mi garganta.

El me sonrió y tomó mi mejilla.

—Te amo. —repitió.

Mi labio comenzó a temblar.

—Yo también te amo. —dije en un hilo de voz, me acerqué rápidamente y lo besé.

Parecía una despedida. El se estaba despidiendo. Y yo sentía que me desgarraba internamente porque no soportaría perderlo a él también.

Ya había pasado por esto una y otra y otra y otra vez, y estaba harta, porque siempre, todos los que amo, tenían que morir.

Peter no va a morir porque no pienso permitirlo. Y también, porque sé que él no es la clase de persona que es fácil de matar. Es Spider-man.

Mi Spider-man.

La persona que más amo.

(....)

—Prueba de audio, ¿me escuchan?

—Te escucho, Happy. —respondí.

—Si, pero hay mucho ruido afuera. —respondió Peter.

Peter estaba pegado al avión y yo volaba junto a él.

Pude visualizar a lo lejos una gran nube gris con rayos.

—¿Seguro que eso no es real? —preguntó Happy, que miraba en la misma dirección que yo.

—Si. ¡Solo es cien veces más grande de lo que esperaba! —exclamó Peter.

—¿Seguimos con el plan? —Happy miró a Peter.