𝐏𝐄𝐑𝐏𝐄𝐓𝐔𝐔𝐒 | 𝓝𝓮𝓽𝓮𝔂𝓪𝓶 |

°4°

"𝓒𝓾𝓮𝓷𝓽𝓪𝓼 𝓬𝓸𝓷𝓶𝓲𝓰𝓸"

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𝓝𝓮𝓽𝓮𝔂𝓪𝓶

Un mes había pasado desde la muerte de Tu'nek, todo se volvió complicado para los hermanos después de eso, Call'un al ser el hijo mayor fue nombrado como el líder de los cazadores, tal como era su padre, después de todo ya era un adulto responsable pero en cambio, la menor de los hermanos decidió no salir de su hogar en todo el mes, algo que preocupaba a los hermanos Sully, mas que todo a Neteyam, pero siempre que iban a verla los evitaba a toda costa.

Para el clan verla se volvió imposible pero entendían su dolor así que decidieron no intervenir pero los hermanos no querían que estuviera sola con Call'un ocupado,  y aunque a el tampoco le gustaba la idea de dejar a su hermana no tenia opción.

—Bro, ya no se que hacer para que salga— hablo Neteyam con un tono frustrado a su hermano menor— Eh intentado ir muchas veces y nunca quiere hablar, digo se que es difícil pero no puede marchitarse ahí dentro— suspiro con frustración.

—Si.. también eh intentado hablar con ella pero no quiere.

—Necesito sacarla de ahí, no permitiré que se siga desmoronado— hablo ahora el mayor decidido.

—¿Y que harás?

—Tengo algo pensado, pero necesito algo de tiempo.

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Una semana paso de aquella charla de los hermanos, el mayor paso todo ese tiempo ideando una especie de plan-sorpresa para la menor, con ayuda de su hermano Call'un y algunas amistades de su padre podría llevarlo acabo.

Call'un se tomo el trabajo de intentar convencer a su hermana de salir lo que no funciono y Neteyam tuvo que hacerlo el mismo, camino decidido hacia la tienda de los hermanos y entro sin siquiera preguntar, pues sabia que ella no se lo permitiría. 

 —Feyret.

La llamo al verla acostada en su cama dándole la espalda, la oreja de la menor se alzo delatando que estaba despierta pero bajo al instante pegándose en su cráneo.

— Vete.

—No me iré Feyret y si lo hago vendrás conmigo.

—Déjame en paz Neteyam— El corazón del mayor se estrujo a escuchar su voz tan, tan apagada, definitivamente la Feyret que conocía estaba desapareciendo y el no iba permitir eso.

—Bien, no me dejas opción— Se acerco rápidamente y tomo el cuerpo de la menor subiéndola en su hombro.

—¡Oye! ¡¿Que haces?! ¡Suéltame!—Comenzó a golpear su espalda, este la ignoro y empezó a caminar hacia fuera de la tienda pero los gritos de la menor aumentaron— ¡Suéltame! — la baja de su hombro y sin perder el tiempo abraza su cuerpo  para evitar que se fuera— ¿Qué demonios pasa contigo? ¡Déjame en paz!— Comenzó a forcejear y a golpear su pecho pero el solo la estrecho en sus brazos.