PERPETUUS Dos almas destinada desde siempre, claro ellos no lo sabían, ser amigos era lo único que estaba en sus planes, pero la vida les tenia preparado otra cosa, no seria fácil pero las almas destinas siempre lograban encontrase.
Netetam x oc
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—¿A donde vamos?— Feyret ríe mientras Neteyam prácticamente la arrastra hacia su ikran.
Era el día libre de ambos, después de mucho tiempo podrían pasar juntos todo el día, y eso hicieron hasta que de repente el mayor empezó a arrastrarla consigo a quien sabe donde.
—Es una sorpresa— Por fin se gira a verla.
La menor mira al ikran del chico.
— Esta bien, llamare a Kroc.
—Oh no, iras conmigo — La detuvo antes de poder llamar a su compañero, la menor lo mira con una "ceja" alzada como se le estaba haciendo costumbre ya desconfiada del chico, nota como el mayor saca un pañuelo de la alforja de su ikran— Es una sorpresa, no puedes ver.
Y comprendió lo que quería.
—A Kroc no le gustara— Trato de excusarse, no le daba mucha confianza.
— Kroc descansara hoy— Se acerco a ella— ¿Confías en mi?— con sus ojos pareció suplicarle que dijera que si, suelta un suspiro rendida, una sonrisa de asoma en los labios del chico, rápidamente deja un beso en la comisura de la chica.
El chico forma el vinculo con su ikran quien se sacude ante la sensación, la primera en subir es ella seguida del mayor, una vez sobre el ikran Neteyam pone la venda sobre sus ojos dejando una beso en su hombro, el ikran despega del suelo repentinamente ocasionado un grito de menor que se aferro a la montura del animal, las risas del mayor resonaron a sus espaldas.
—No es gracioso— se aferraba cada vez mas.
La mano del chico se posiciona sobre su abdomen apretándola contra su cuerpo, se tensa al sentir su respiración en su cuello.
—Tranquila, confía en mi— susurra contra su oído, suelta una suspiro nerviosa por fin relajándose.
Pasaron unos minutos volando, que para ella fueron internos cuando por fin sintió el ikran aterrizar, el primero en bajar por obvia razones fue Neteyam quien después con mucho cuidado la ayudo a bajar tomando su cintura.
—Ya puedo quitarme esto — pregunto con inquietud.
—Falta poco— rio ante la desesperación de la chica.
Tomo su mano y la empezó a guiar, aun inquieta seguía al chico, unos segundos después pararon, Neteyam se pone a sus espalda para por fin quitar la venda de sus ojos, abrió sus ojos encontrándose con las ramas brillantes del árbol de las almas, lugar de los ancestros.
A pesar de que el eclipse aun no comenzaba el árbol brillaba de una manera hermosa, miro al chico con una sonrisa confundida.
— ¿Por que me trajiste aquí Tey?
—Yo... Quiero que te conectes al árbol de las almas— Su sonrisa borro al instante y comenzó a negar— Se que te asusta Feyret pero yo estaré aquí contigo— toma sus manos.
—No, no Tey— Niega, evitando mirarlo— No puedo— Susurro.
Toma su rostro obligándola a verlo a los ojos, es color ámbar de sus ojos chocan, podía ver el miedo en sus ojos y no deseaba verlo mas.
— Te veo Fey —Lo ojos de la menor se abren de sorpresa— y se que puedes con esto, yo estaré para ti, te cuidare lo prometo— Pega su frente con la de ella cerrando sus ojos.
Suspira rindiéndose, el tenia razón puede con esto, separa su rostro del chico y con lentitud comienza acercarse al brillante árbol, una vez frente a el mira sobre su hombro al chico quien asiente dándole seguridad, el estaría ahí cuidándola, temblando toma su cola neuronal y la acerca a una de las radiantes ramas, suspira antes de acercarla por completo.
Una corriente recorre su cuerpo, su respiración se agita, muchas emociones la invaden en ese momento pero lo único que puede hacer es cerrar sus ojos disfrutando la sensación.
Los sonidos del lugar se van, la tranquilidad parece gobernar su cuerpo, abre los ojos pero ya no estaba con Neteyam, ni siquiera estaba en el árbol de las almas, se sentía diferente, estaba en su hogar, una voz adulta se escuchaba no muy lejos y decide caminar en dirección a ella, por alguna razón todo se veía mas grande que hace unas horas cuando estaba esperando que Neteyam fuera por ella.
Continua caminando sintiéndose pequeña, por fin encuentra a los culpables de las voces, un hombre alto, muy alto estaba dándole la espalda y un pequeño Call'un practicaban con un arco.
— Ahora no tensen los hombros— indico el hombre, el pequeño Call'un soltó la flecha y dio en el pequeño tronco a el cual apuntaba— ¡Eso es! ¡Call'un el poderoso cazador!— las risas del hombre resonaron.
Los ojos de la chica se inundaron al reconocerlo.
—¿Papá?— su voz sonó como la de una pequeña niña.
El hombre se volteo al escucharla, su sonrisa aumento al ver a la pequeña pequeña, se arrodillo a su altura y ahí es donde Feyret se dio cuenta de que estaba en un recuerdo.
— Mi Pequeña Feyret ¿Qué haces despierta?— Susurro acariciando el cabello de la nombrada, lagrimas comenzaron a salir de sus ojos, sin pensarlo se abalanza sobre aquel hombre, este recibe su abrazo confundido, sus brazos rodeaban su cuello que en ese momento era mucho mas grande que ella— ¿Qué pasa pequeña? ¿Por qué lloras? ¿Tuviste una pesadilla?
La menor negó— Solo... Te extraño mucho papá.
Una sonrisa se presento en los labios del adulto— Oh mi amor, solo me fui unos minutos— rio ante las palabras de su hija— Pero esta bien, puedes quedarte conmigo y tu hermano si me extrañas.
La pequeña solo asintió limpiando sus mejillas.
El recuerdo comenzó hacerse borroso, poco a poco se fue desvaneciendo quedando todo completamente oscuro, los ojos de la chica se abren completamente inundados de lagrimas, nuevamente estaba en el árbol de las almas junto a Neteyam, el nombrado se acerco cuando la chica alejo su cola neuronal del árbol.
En su rostro lo reflejaba todo fue difícil para ella, pero lo había logrado, la atrajo a su cuerpo estrechándola en sus brazos mientras ella lloraba, estaba ahí como lo había prometido y siempre lo estaría.
