Un fuego entre tú y yo (Slenderman x TN)

C A P I T U L O 1 2

PERSPECTIVA SLENDERMAN

Dos semanas habían pasado desde que TN se instaló en esta vieja casa con nosotros, y aun no puedo lograr que me perdone. Jamás pensé que me arrastraría por alguien. ¿Cómo es posible que un monstruo despiadado como yo se esté volviendo loco por estar con ella de nuevo? Esta pregunta me hace darme cuenta de lo fuerte que es esto que siento. Jamás permití que nadie pudiera controlarme, pero ella tiene poder sobre mí. Es mi debilidad, es quien me hace sentirme...humano. Hay más sobre mí que un asesino, y eso lo descubrí estando a su lado.

No importa cuanto cueste, haré lo necesario para que me perdone. Cometí un grave error en el pasado y no puedo cambiarlo, pero no dejaré que el amor de mi vida se me escape. Por eso, en este último tiempo hice las cosas más cursi que jamás imagine hacer: cada mañana le preparó el desayuno, le regale todo tipo de cosas, escribí cartas para ella, deje flores en su puerta...Offenderman y Splendorman se burlan de mí, pero los mando al demonio. Ellos no entienden lo mucho que la amo.

Ahora, me encuentro en mi habitación. Hace unos días estoy trabajando en remodelarla, para dársela a TN. La estoy decorando con todo lo que a ella le gusta, para que se sienta cómoda. No me gusta la idea de que duerma con Splendorman, así que prefiero darle un cuarto propio. Y como esta casa es muy vieja como para construir otra habitación, le daré la mía.

Para no arruinar mi traje, me quedé solo con la camisa, la cual estaba algo desarreglada. Arremangue las mangas y comencé a hacer fuerza para mover un armario que conseguí, reemplazando el que estaba ahí. Se veía viejo y con poco espacio, por lo cual busque uno mucho más grande.

A los segundos alguien toca la puerta de una forma muy ruidosa y molesta.

-¿¡quién es!? ¡estoy ocupado! -exclamó molesto.

La puerta se abre y unos pies descalzos se acercan a mi a toda velocidad.

-¿¡Qué se supone que haces!?

Era TN, al parecer la había despertado con los ruidos. Me quedé embobado por un momento, se veía muy tierna toda despeinada y con su pijama, el cual era una remeron sin nada más que ropa interior abajo.

-¡Deja de hacer eso! -me vuelve a hablar, haciendo pucheros.

-¿Hacer qué? -respondo, dejando de estar quieto para mover el armario.

-T-tú sabes que...mirarme fijo, sin decir nada -se pone detrás mio, siguiendo mis movimientos-. ¡no me dejas dormir con tus ruidos! ¿Por qué te pones a hacer remodelaciones a esta hora?

-Quiero terminar cuanto antes

-¿Y por qué tanto apuro? Ni siquiera entiendo porque lo haces, a ti no te gustan este tipo de cosas -la mire de reojo y observaba la habitación.

-Porque no es para mí, es para ti -dejo quieto el armario y me pongo enfrente suyo-. Estoy remodelando esta habitación para que tengas una propia, ¿te gusta?

TN me miró por unos momentos con incredulidad, como si no me creyera. Por eso le permití que recorriera el lugar, para que lo observara con más detalle todo lo que había hecho. Desde aquel día donde ella volvió, no puso un pie de nuevo en este espacio. Estaba seguro que le iba a gustar.

-¿En serio hiciste todo esto para mí?

Ella va hacia la cama y se tira sobre esta, dando pequeños saltos en el colchón. Parecía una niña, y no pude contener una risa.

-Sí -no doy muchas vueltas en la respuesta, y me acercó a ella.

Se quedó por un momento sin responderme, parecía contrariada. Se notaba que le había gustado, su cara no podía disimular el sonrojo, pero con lo terca que era, no quería demostrarlo. Yo aproveche que se tendió en la cama, y me agache colocando ambas manos a extremos suyos, quedando encima.