Narra Slenderman.
11 pm.
Casa de "los enderman".
Sin dudar un segundo, irrumpí en la habitación al percibir que TN estaba en peligro. Con un firme golpe, abrí la puerta, y Evelyna, tras de mí, observaba con temor la escena, aunque su presencia me resultaba indiferente. Mis tentáculos, ya desplegados, atraparon a Offenderman, apartándolo de TN.
-¡Retira tus repulsivas manos de mi mujer! -grité, dejando ver mis afilados dientes.
Offenderman gruñó y desplegó sus tentáculos, sujetándome del cuello y presionándome contra la pared.
-¿Realmente quieres pelear, sobrino? Sabes que soy más fuerte que tú -amenazó, pero no me dejé intimidar.
Al concluir sus palabras, le clavé uno de mis tentáculos en el estómago, asegurándome de que retorciera su interior. Offenderman empezó a sangrar, un líquido oscuro brotaba del agujero en su estómago. En ese momento, Trender y Splendorman entraron juntos.
-Slender no puede enfrentarte solo, pero tú no puedes con nosotros tres -declaró Trenderman, cruzando los brazos con un tono calmado a pesar de su evidente molestia-. En esta casa hay reglas, Offenderman. O las cumples, o te expulsamos de una patada en el trasero -advirtió sin rodeos.
Sentí la mirada de Offenderman clavada en mí, su deseo de venganza evidente. Antes de que pudiera lanzar otro ataque, sorprendentemente, agarró a TN con uno de sus tentáculos y se alejó de todos nosotros.
-Ahora tengo a la chica, así que las órdenes las doy yo -presumió con una sonrisa arrogante, sujetando a TN por el cuello. Ella luchaba en el aire por liberarse.
Una ira repentina me invadió al presenciar aquello. Solo quería acabar con ese desgraciado por hacerla pasar por todo eso. Intenté avanzar, pero Splendorman me detuvo. Atacarlo sin más no era fácil; un movimiento en falso podía ser letal para TN.
-¿Qué pasa, sobrino? ¿Quieres a tu chica? -se rió de manera desagradable, mostrando sus afilados dientes-. Qué pena, pero la tomaré prestada.
Aprovechó la distracción para dirigir varios de sus tentáculos hacia el gran armario de la habitación y lo arrojé hacia nosotros. Cuando nos quitamos los escombros, Offenderman ya no estaba... y TN tampoco. Se la había llevado. Miré desesperado en todas direcciones; no había rastro de ellos.
Narra TN.
Hora desconocida.
Lugar desconocido.
Mis ojos pesaban, sumidos en la oscuridad. Lentamente se abrieron, enfrentándome a un dolor agudo detrás de mi cabeza, como si mil agujas clavándose. Maldije en voz baja mientras mi visión se adaptaba al entorno. Confundida, recordé la habitación de Offenderman, a Eric... y al pensar en él, mis sentidos parecieron despertar. Me levanté, caí al suelo. Mis manos estaban atadas detrás de mi espalda, desequilibrándome. Al observar a mi alrededor, me di cuenta de que ya no estaba en el mismo lugar.
-Ya era hora de que despiertes, pensé que te había matado con el golpe en la cabeza -oí una voz, esa maldita voz... era Offenderman. Levanté la mirada; estaba encendiendo algo que parecía una chimenea.
Intenté levantarme, pero caí de nuevo. Mis manos atadas dificultaban mi equilibrio. Examiné el lugar; no era familiar para mí, estaba sucio y pequeño. No podía distinguir si seguíamos en el bosque; no se escuchaba ningún sonido exterior. Ni siquiera había ventanas.
-¿Qué se supone que haces? ¡¿A dónde me trajiste, maldito pervertido!? -le grité, forcejeando por liberarme. Pero era inútil; eran cadenas las que sostenían mis muñecas. Estaban ajustadas, sentía como marcaban mi piel.
Offenderman se rió, acercándose con su sonrisa arrogante. Se agachó, tomó mi barbilla, pero la aparté, mirándolo con odio.
-Muñeca, por si no te has dado cuenta, ahora eres mi cautiva. Así que háblame bien o podría obligarte a usar esa boquita para algo más que ladrar -dijo, quitándome el pelo de la cara.
Podía estar bastante desaliñada en ese momento, pero eso no me importó. Un escalofrío recorrió mi espalda ante sus palabras. Aún así, mi expresión no flaqueó.
-¡Solo digo la verdad! ¡Eres un asqueroso violador! -le grité, frustrada, pateando el suelo mientras él se levantaba y se alejaba, aparentemente indiferente a mis protestas, consciente de que me tenía bajo su control.
Se quedó en silencio unos minutos, luego hizo una mueca de desagrado ante mis palabras.
-Deja la moral de lado, eres una maldita perra que asesina personas porque lo disfruta, ¿y yo soy el malo solo por buscar placer? -respondió de manera cruel e insensible, menospreciando a todas las mujeres que había violado y torturado hasta la muerte.
Guardé silencio, sintiendo rabia por sus palabras. Le di la espalda, tratando de idear una forma de escapar antes de que ese maldito pusiera sus manos sobre mí. Estar atada hacía la huida imposible. Solo podía esperar que Eric viniera por mí. Odiaba tener que depender de alguien más, pero por el momento, no veía otra escapatoria.
,-*'^'~*-.,_,.-*~ - ~*-.,_,.-*~'^'*-,
⚠️Atención, leer!! Es importante⚠️
Me gustaría preguntarles algo y que me respondan, para tener en cuenta en capítulos futuros personitas bellas '^^
En las escenas de sexo o explícitas, ¿quieren que sea detallada o me ahorre detalles? Lo pregunto para no incomodar a nadie, quiero que todos disfruten de la lectura. Si la mayoría prefiere los detalles, me aseguraré de dar más salseo entonces ;)
.
ESTÁS LEYENDO
Un fuego entre tú y yo (Slenderman x TN)
FanfictionUna creepypasta (TN TA) que se une a la casa de los creepypastas, dónde conviven distintos asesinos formando una peculiar familia, desarrolla una relación de odio con el patriarca del hogar: Slenderman. Pero ese odio escondía algo por debajo...amor...