Un fuego entre tú y yo (Slenderman x TN)

C A P I T U L O 1 5

PERSPECTIVA DE EVELYNA

Soy una tonta, ¿como terminé involucrada en toda esta locura? Lo peor es que tambien soy una cobarde, porque ni siquiera me atrevo a intentar escapar. Estoy rodeada de asesinos, y no quiero terminar muerta... debería forjar mi carácter, pero no sé como hacerlo. Le pediría ayuda a Offenderman, pero prefiero tenerlo lejos mientras pueda.

-Recién llegas y ya hay algo que te atormenta

Una voz me habló, quitandome del torbellino de pensamientos que me invadían. Cuando salimos de la cocina, Offenderman me dejó aquí sola, diciendo que iría a beber algo. No me di cuenta que, al no saber dónde meterme, me había quedado en medio de la sala.

-T-tú eres uno de los que estaban en la cocina hace rato -me pongo firme, intentando parecer confiada. Offenderman me indicó que debía actuar con confianza.

-Sí, soy Trenderman. Pero puedes decirme Trender, es más corto -me sonrío y yo no pude evitar avergonzarme.

Por alguna razón su presencia me transmitía tranquilidad, no me sentía amenazada por él aunque fuera una criatura mucho más alta y atemorizante.

-Bueno...gracias por el atuendo Trender. Quede impresionada con lo que hiciste, tiene cierta elegancia para ser algo tan...provocativo -le dije con sinceridad, jamas había visto tal talento para la costura.

-¡No puedo creer que lo notarás! Que buen ojo tienes, ¿te gusta la moda?

-¡Me fascina! Desde pequeña veía atuendos en las revistas y los imitaba. Como no tenía dinero para comprar mi propia ropa, siempre retocaba ropa vieja -las palabras empezaban a fluir de mí, sin trabarme o dudar.

-Algún día tendrás que enseñarme lo que haces, quizás tú y yo nos llevemos bien -me daba pena hablar de mi situación, pero las palabras de aquel sujeto hicieron que me sintiera bien conmigo misma.

-¡Por supuesto!

Yo le sonreí, devolviendole su amabilidad. ¿En serio habían asesinos amables? Ni yo me lo creo, pero tal vez no sea tan malo estar aquí después de todo.

Este se quedó por unos segundos callado, pensando en algo. Me preocupaba que la conversación llegara a su fin, quería seguir hablando con él.

-No pareces ser una asesina -me dice de repente, como si lanzará una bomba hacia mí. Aquello me tenso un poco, porque era cierto: jamás había matado a alguien.

-¡Claro que lo soy! L-lo que pasa es que cuando asesino gente actuó con más confianza...no estoy acostumbrada a convivir con otros, siempre anduve sola. E-eso es todo...-mantuve mi mirada sobre él, aunque quería salir corriendo.

-Hmm...-no se lo veía convencido con mi respuesta- no te preocupes, la mayoría de nosotros conoce la soledad. Pero te aseguro que en esta casa con todos los dramas que pasan no te sentirás así -nuevamente me habló, siendo comprensivo.

Estaba segura que no me había creído, pero aún así actuó como si lo hiciera. Me sentía agradecida.

Tristemente, nuestra conversación no pudo continuar, porque Offenderman regresó. Me tuve que despedir de Trender, saludando con una sonrisa mientras me alejaba junto a Offenderman. Él me llevó hasta su habitación, donde comenzó a explicarme que debía hacer en cuanto estuviera a solas con Slenderman. La realidad era que su fuerte olor a alcohol apenas dejaba que me concentre, pero yo asentía a cada cosa que decía. No quería hacerlo, era horrible tener que hacer pelear a una pareja, y coquetear con un tipo que apenas conozco, pero nuevamente se aseguro de dejarme en claro que debía obedecer, sino me esperaría mucho sufrimiento.

PERSPECTIVA DE TN

No tenía ni idea de cuantas horas habían pasado desde que Slender y yo fuimos al bosque, pero ya nos encontrábamos de regreso en la casa. Ignoramos por completo a los demás y nos metimos en el baño. Mientras Slender preparaba la tina caliente, yo me desvestia. No pude evitar insistirle en que hiciera mucha espuma, ¡así era más divertido! Hasta que finalmente nos metimos. Slenderman se metió primero; por sus largas piernas entraba apretado -la tina era ancha, pero no muy larga-, por lo cual tuvo que sentarse recto. Ya una vez él cómodo me metí yo, recostandome encima suyo.