Un fuego entre tú y yo (Slenderman x TN)

C A P I T U L O 18

Narra Trenderman

2 pm

Casa de los "enderman"

Estaba en la sala con Evelyna, los demás regresaron frustrados de su búsqueda de TN o rastros de Offenderman. Les tomó tiempo, y al volver, se les veía desanimados.

-¿Y Slender? -pregunté a Masky.

-Sigue buscando afuera, dice que no va a detenerse -comentó, cansado, antes de tirarse en el sillón y encender un cigarrillo.

Le quité el cigarrillo y lo lancé por la ventana. No iba a arruinar mi ropa nueva. Ignoré sus protestas y dirigí mi atención a Evelyna, quien parecía sumida en sus pensamientos.

-¿Y tú no sabes dónde puede estar Offenderman? -le pregunté, acercándome a ella.

Evelyna me miró, mostrando angustia. Negó con la cabeza, era evidente que no estaba preparada para estas situaciones. Resultaba difícil creer que fuera una asesina. No me compraba esa historia.

-No tengo ni idea, lo siento... -dijo, algo tímida.

-¡Qué ambiente más deprimente! Esto parece un velorio -añadió Splendorman, apareciendo desde la cocina. Estaba devorando un pastel que encontró. Aparentemente era para alguna ocasión especial, pero opté por no comentar nada. Dudaba que, con la situación actual, hubiera algo que celebrar.

Narra Slenderman

2 pm

El bosque

No podía pensar en nada más que encontrarla. Un deseo de matar a Offenderman con mis propias manos se apoderó de mí. Soy un sujeto bastante serio, me gusta tomarme las cosas con calma... pero esta situación me tenía descontrolado. Solo pensar que ese maldito podía hacerle daño hacía hervir mi sangre. No me detuve y no iba a hacerlo; la buscaría en cada rincón del bosque si era necesario.

Intenté contactar con Offenderman a través de mi mente, pero simplemente me ignoró el desgraciado. La próxima vez que lo tuviera enfrente, le cortaría las canicas para que no volviera a molestar. En eso, fui interrumpido por otra presencia. No veía a nadie a la vista, pero sabía que alguien más estaba conmigo.

-¿Quién está ahí? No estoy para juegos en estos momentos -exclamé, gruñendo.

Detrás de mí, escuché el sonido de los árboles que se abrían. Me di la vuelta y me encontré con una figura que pensé que no volvería a ver... Slenderwoman.

-¿Tú? -dije al instante, sin entender por qué aparecía ahora.

-La misma, cuánto tiempo ha pasado entre nosotros... -dijo ella, acercándose con su aire coqueto y de superioridad.

Narra TN

Hora desconocida

Lugar desconocido

No sé cuanto tiempo había pasado, pero me sentía tensa. No dejaba de vigilar a Offenderman, no le tenía confianza. Él actuaba muy tranquilo, hasta el momento no había hecho nada...y eso lo hacía más sospechoso. Ahora estaba sola, se había ido a no se donde. Yo aproveche a observar el lugar, no había nada fuera de lo común. Me agite cuando apareció de repente enfrente mío.

-¿¡Qué carajos!? -exclame, yéndome hacia atrás.

-Respira muñeca, no soy un monstruo -se rió para si mismo de su broma. Yo lo miré con mala cara, no me daba gracia lo que decía-. Que carita tan amarga, pero no importa, a ti te lo perdono -me toca la nariz de forma juguetona y yo le gruñó.

No estaba para sus juegos y tampoco iba a ceder. Así que sin pensarlo le muerdo la mano, para que deje de tocarme. Veo como gruñe y la marca de mi mandíbula queda en él, pero esta desaparece segundos después.

-¿Así de ruda eres? -me dice, agarrándome de los hombros y tirándome contra la pared- deberías comportarte mejor muñeca, aquí no está Slenderman para salvarte una vez más

-¿¡Y por qué no me has violado ya!? ¡Deja de jugar!

Su juego no me gustaba en absoluto. No quería que me pusiera una mano encima, pero con Offenderman, eso era lo único que se podía esperar. Estaba frustrada, me sentía como un ratón entre sus garras.

Offenderman rió, parecía pensativo.

-Porque tengo otros planes para ti... No quiero tomarte a la fuerza, eso sería muy fácil -comentó, sonando seguro, como si supiera que lograría su plan-. Ahora que el idiota de Slenderman no está aquí para interferir... voy a hacer que TÚ quieras acostarte conmigo -una sonrisa siniestra se formó en su rostro.

Lo miré perpleja, sin entender si se había vuelto loco o simplemente lo decía para torturarme. Jamás me acostaría con ese pervertido. Solo podía esperar que alguien me sacara de aquí pronto. Este tipo estaba más loco que el propio Jeff.