—Uuugh...
Sonic sentía como si le hubieran dado tremenda paliza. Se remueve en la camilla, pero se arrepiente de su decisión al sentir su cuerpo retorcerse de dolor. Suelta un gemido, lo que hace que la eriza, que dormía en una pose de contorsionista en el sillón de la sala, se despertara y que en el proceso casi se cayera.
—¡Sonic! —se acerca lo más rápido que puede, desenrredándose la manta que tenía por encima con alivio, emoción y preocupación por su estado.
—No grites... —se queja con la voz ronca. La voz de la joven hacía que le doliera más la cabeza. Amy se tapó la boca algo avergonzada.
—Perdón... —Ella agarra una silla y se sienta al lado suya. Mirando su cuerpo lleno de ventas y escayolas, se mordió el labio— ¿Cómo te encuentras?
—Como si me hubieran metido en un mortero. —El herido empezó a toser por no estar incorporado y puso cara de dolor— Joder, hasta toser duele.
Una doctora entró en la sala, interrumpiendo la conversación.
—¡Buenas Sonic! ¿Cómo nos encontramos hoy?
—Aplastado. —responde. La doctora suelta una risita y empieza a examinarlo.
—Parece que la pierna cicatriza bien.
—¿Eh?—responde el joven erizo confundido. No se acordaba muy bien de lo que había pasado; sólo se acuerda de estar discutiendo con Amy y de repente ver un coche que se acercaba a toda velocidad y... Poco más
—Te operaron de urgencia porque se te había salido el hueso de la pierna —le explicó la mujer. Sonic abre los ojos con sorpresa.
—Joder... —Un escalofrió le recorrió la espalda al pensar en eso— Pero... Podré correr de nuevo ¿Verdad? —Se denotaba angustia en su voz ¿Qué sería de él si no pudiera hacer lo que más le gusta?
—Podrás, —Se le iluminó la cara— después de una exhaustiva rehabilitación— Puso cara de puchero—. Pero lo harás si pones empeño.
—Ya puedes decir que te ha pasado de todo —Le dijo su amiga para animarle. Sonic la miró con cara de pocos amigos, como si hubiera dicho alguna estupidez. La chica apartó la mirada avergonzada.
—Si necesitas algo, dale al botón de la esquina de ahí arriba y vendrán enfermeros a atenderte. —La mujer se levanta y antes de salir se gira a la pareja— ¡Mejórate pronto!
Y la mujer se fue, dejando a la pareja de erizos solos. Amy lo miraba con una sonrisa tensa, Sonic la miraba de reojo, pero no se atrevía a mirarla directamente a la cara.
La tensión allí era asfixiante, ya que ninguno se atrevía a hablar y tener la conversación que deberían de haber tenido hace mucho.
El cobalto podía apreciar las ojeras y la imagen desaliñada que ella tenía ¿Se había quedado por las noches a estar con él? El pensar eso, hace que su corazón dé pequeños saltos, contento, pero él seguía enfadado con ella.
Por qué ha tenido que volver cuando todo le iba bien...
Amy mira abajo a su regazo, jugueteando nerviosa con sus dedos. Ella siente que esto era en parte culpa suya, pero también estaba enfada con él por no ser responsable y por casi matarla del susto al ver cómo lo atropellaban.
Sonic abrió la boca para hablar, mas Amy fue más rápida:
—¡Imbécil, eres un tremendo imbécil! —ladra con rabia. Los ojos de Sonic se agrandaron al escuchar cómo le alzaba la voz. Quería defenderse, pero la eriza estaba con ganas de desquitarse con él— ¿¡Cómo se te ocurre no mirar antes de cruzar!? —Sonic se encoje al escuchar su regaño. Algunas cosas desde luego que no cambian...
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¿Estás bien, Amy?
FanfictionUn día maravilloso en Green Hill da comienzo. Sonic da un paseo como de costumbre, preparado por si viene Amy para huir de ella. Pero no la vio en todo el día. Al día siguiente, cuando se la cruzó, ella sólo lo saludó y siguió con su trayecto como...