Cap. 26

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La etapa del embarazo es algo que estoy disfrutando mucho, pero ya no es algo de lo que puedo disfrutar cómo antes. Hace poco más de 1 mes que entré a trabajar, creía que mi horario de trabajo estaba establecido, pero no fué así desde el primer día, entraba a trabajar a las 8 de la manaña y mi hora de salida nunca fué la establecida que se suponía que era a las 4 de la tarde cumpliendo las horas que marca la ley. Son casi 5 semanas en las que me voy mientras Elyzabeth sigue durmiendo y regreso cerca de las 9 ó hasta las 10 de la noche cuándo ella también ya se encuentra dormida. A causa de ésto también hemos tenido ya varias discusiones, aunque he tratado por todos los medios que no se altere más de la cuenta, ella insiste en que si llego a esas horas de la noche es porque seguramente estoy con mi amante.

— Ya por fin te dejó venir a tu casa. — eran las 10 de la noche y apenas llegaba a casa.

Amor ya te he dicho mil veces que no tengo a otra. — me acerqué a saludarla a ella y a mi bebé. Estaba sentada en el sofá con los pies estirados y tenía un libro sobre su pancita. — Hola mi amor, mami está en casa por fin...

Por fin nos regalas algo de tu tiempo. — sus palabras me dolían, pero no quería que por mi culpa otra vez tengamos que terminar en el hospital.

Pincesa te juro que eres la única dueña de mi vida. — tomé sus manos entre las mías y les dí un beso a ambas. — Nunca rompería mi hogar, ni antes, ni ahora y tampoco después. Porque mi hogar eres tú. Tú eres el amor de mi vida. Lo eres todo para mí ahora y siempre.

Eso fué en la tercera semana y ya en ésta que es la quinta estoy seriamente considerando dejar el despacho. Puede ser uno de los mejores, pero no estoy dispuesta a perderme más del embarazo de Ely y sumándole a ésto los posibles problemas con ella, mi bebé crece dentro del vientre de su madre y me lo estoy perdiendo por estar encerrada en un lugar en el que no hacen más que generarme mucho trabajo, hago todos los escritos, las redacciones, todo, absolutamente todo y en ninguno de todos esos me he llevado ni siquiera el reconocimiento de mi trabajo. Durante éstas 5 semanas se han aprovechado de que no tengo experiencia, básicamente he sido su esclava y no pienso seguir siéndolo. Porque sé de mi talento, ellos lo han reconocido y hasta se han asombrado, precisamente porque sé que puedo hacer grandes cosas me encuentro esperando al dueño del despacho para entregarle mi renuncia.

Me sentí liberada al salir de la oficina, libre de preocupaciones, libre de estrés, libre de ellos. Es momento de dedicar mi tiempo a mi mujer y a mi bebé. Mientras llega el momento de su nacimiento trabajaré en encontrar un lugar decente para instalar mi propio despacho de abogados, ya tengo a mi primer socio, Albert. Él está en un pequeño lugar trabajando, lo tratan mejor que a mí, pero dice que no podrá crecer dentro de ese lugar por lo que sólo estará ahí para aprender lo más que pueda mientras abrimos nuestro propio lugar. Otra socia super confirmada y que no puede faltar es Elyzabeth, ya tendremos que ver cómo nos adaptamos para cuidar de nuestra niña ya que ella no se quiere quedar exclusivamente en casa a cuidarla. Y tengo otra persona en mente que fué muy importante en mi crecimiento cómo pasante siendo muy buena conmigo en mi estadía en el servicio social, en algún momento ella mencionó que no se sentía completa dentro de la institución al no poder ligitar cómo a ella le gusta.




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Mi Hermoso Destino // Adaptación LeidelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora