Cap. 22

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3 semanas y Leidy no ha despertado, le han quitado las vías por dónde le suministraban el medicamento que la inducieron al coma, el doctor dice que la inflamación ya cedió considerablemente y ahora sólo queda esperar el momento en que ella decida despertar. Aún no tenía la intención de programar cita para mi primera ecografia, no quiero hacerlo sin Leidy.

Hoy fué un día sumamente complicado, Albert y yo fuimos a declarar nuevamente en contra de Andrés, todo está a nuestro favor, en unos días es el juicio y seguramente pasará muchos años tras las rejas.

— Amor... te extraño, ya pasaron 3 semanas desde que cerraste tus ojos y no he vuelto a ver ese brillo que me encanta... — peiné su cabello que está extrañamente alborotado. — Hoy cuándo venía caminando por el pasillo escuché a las enfermeras hablando sobre tí traviesa... si hasta dormida no dejas de llamar la atención. — tomé su mano y le dí un beso en el dorso y me senté a su lado. —Cuándo una de ellas entró a cambiarte el suero al parecer estabas algo animada... en que estabas soñando para despertar aquello que sólo es mío...

Hablar con ella no siempre es bueno, al menos no para mí porque quiero que me responda y escuchar su voz que tanta falta me hace.

— Finalmente tomé la decisión de programar mi consulta... no quería hacerlo sin tí, pero no puedo dejar que pase más tiempo... debo comenzar con un control y... ya es momento de que lo sepas.

En varias ocasiones he estado a nada de decirle sobre mi embarazo, pero llegado el momento me arrepiento, hoy será diferente. Mi vientre se comenzará a notar y no podré ocultarlo por mucho tiempo.

— Recuerdas la vez en la ducha que no teníamos protección y yo insistí... bueno pues por el estrés de los exámenes se me olvidó tomar la pastilla y... vamos a ser mamás... — justo cuándo dije lo último su ritmo cardíaco cambió, creo que le emociona. — Nunca te he preguntado si quieres hijos... pero yo sin duda quiero tenerlos y más si es contigo. — su ritmo seguía alto por lo que continúe. — Espero que... no te enojes conmigo por ésto, no te quiero perder...

Su ritmo cardíaco regresaba a ser normal poco a poco. Llevé su mano a mi vientre y dejé que las lágrimas que estaba conteniendo finalmente salieran.

— Si... quiero...— escuché de pronto la voz de Leidy y levanté la vista, aún no abría sus ojos, pero tenía una pequeña sonrisa. Abrió sus ojos y ver ese hermoso miel que tanto amo me llenó de vida. Avisé a la enfermera que ya había despertado y el médico entró a revisarla para comprobar que todo estuviera en orden por lo que me sacaron de la habitación. Realicé la llamada que anhelaba hacer.

— Albert, despertó... — en tanto dije eso me dejé caer en la silla.

Voy en camino. — fué lo único que dijo y colgó. El doctor salió casi 20 minutos después, justo cuándo Albert venía corriendo por el pasillo. Llegó a mi lado me dió un abrazo y vimos al doctor.

— Al parecer no hay secuelas, pero se quedará unos días en observación para descartar cualquier problema. — después de eso ya no escuché nada de lo que dijo, necesitaba volver con mi Leidy y eso hice dejándolos sólos.

Leidy estaba sentada viendo atentamente a la enfermera que estaba atendiéndola, lo que ocasionó que una ola de celos me invadiera. Notó mi presencia y estiró su mano para que la tomara.

— Amor... — no la dejé continuar y le dí un profundo beso. Me senté junto a ella, verla despierta me hace sumamente feliz y más porque podrá ir conmigo a mi primera ecografia. — ¿Lo del embarazo es verdad?. — me preguntó, no estaba segura de su reacción, pero tenía que saberlo.

Mi Hermoso Destino // Adaptación LeidelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora