Cap. 21

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— Andrés regresó... — la escuchaba agitada cómo si estuviera corriendo. — Me está siguiendo... Estoy llegando al departamento... Te-tengo miedo...

— Tranquila vale... corre al edificio y sube lo más rápido que puedas, ya estoy en camino... no tardo. Te amo...

— Yo también te amo... — fué lo último que escuché antes de colgar. Salí corriendo de la casa, me subí al auto, pero en éstos momentos preferiría tener la moto para llegar más rápido. 




 

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Tardé alrededor de 20 minutos en llegar y fué tanta la prisa que no podía meter la llave, de repente sentí un fuerte golpe en la espalda, pero no me dió tiempo de darme la vuelta cuándo la puerta del apartamento se abre y la cara de Elyzabeth es algo que no podría olvidar nunca, no soy capaz de descifrar su expresión entre pánico, miedo y angustia. Por fin tomé valor de voltear y supongo que era el idiota de Andrés por la forma en que me vé de arriba a abajo.

— ¿Tú eres el maldito fenómeno?. — al parecer sabe quién soy. — Me dejaste por éste monstruo. 

— No le digas así... — Elyzabeth salió a mi defensa. El que mencionara esos apodos tan hirientes me hizo viajar por un momento al infierno en dónde por todos lados escuchaba las ofensas, dónde todos me veían cómo un ser inferior, dónde nadie se detenía a pensar cómo me hacían sentir sus malditos maltratos, dónde yo no era nadie. — Vete antes de que llame a la policía...

— Y que les dirás que me lleven por hablarle mal a tu mascota.

— Será mejor que te retires... — al fin me atreví a hablar.

— Ó que harás fenómeno, sacarme a patadas... — se acercó peligrosamente y por instinto me puse delante de Elyzabeth intentando protegerla. — No me iré de aquí hasta obtener lo que la estúpida de tu madre arruinó. — dijo mirando directamente a Elyzabeth que tomó mi mano, la cuál estaba temblando.

— Vete antes de que haga algo de lo cuál me pueda arrepentir... — no me dejó continuar porque exploto en una carcajada. 

Me tomó por sorpresa empujándome contra la puerta para lograr ingresar al apartamento, fué tras Elyzabeth que no le dió tiempo de correr, la acorraló y la llevó hasta el sofá, no lo pensé y me fuí contra él para que la dejara, caímos y yo caí sobre la pequeña mesa de cristal rompiéndola y ocasionando que parte de ellos se incrustaran en mi espalda causándome un fuerte dolor, dolor que ocasionó que no me concentrara en él y no en los golpes que conectaban de manera fuerte y contundente, intenté protegerme con mis brazos mientra que Elyzabeth sólo nos observaba aterrada. Tomé un pedazo de cristal de la mesa y se lo clavé fuerte contra su pierna derecha, me lo quité de encima y me acerqué a Elyzabeth.

— Llama a Albert... — fué lo único que dije antes de volver en contra de Andrés tratando de evitar que se pusiera de pié, quién era considerablemente más alto que yo, si tenía alguna ventaja de ganar tendría que ser más ágil que él. Me puse sobre él golpeando en su rostro, mi furia era mucha que no ví el momento en que se sacó el pedazo de vidrio de su pierna y la adrenalina era tal que no sentí cuándo me lo clavó en mi costado derecho, me puse de pié por el dolor tan fuerte que sentí, me giré para ver a Elyzabeth que no lo podía creer. Me acerqué a ella y cómo pude le susurré. — Corre a la habitación, enciérrate... y no... no abras... — dije cómo pude cayendo de rodillas frente a ella, la ví moverse rumbo a las escaleras mientras sentía cómo la sangre brotaba rápidamente de mi cuerpo, me saqué el vidrio, lo que ocasionó que brotara aún más líquido rojo. 

Mi Hermoso Destino // Adaptación LeidelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora