Cap. 18

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Han pasado 2 días desde la cena de navidad. Laura me llamó hace 1 hora diciendo que teníamos que hablar, no tenía claro que era eso de lo que quería hablar, pero sin duda me tiene intrigada tanto misterio. Me mandó la dirección de un café y aquí estoy esperando desde hace más de 10 minutos, pasaron otros 5 hasta que la veo entrar, se sentó frente a mí y pidió un café americano.

— Lamento la tardanza. — dijo.

— No se preocupe, esperaría el tiempo necesario para lo que quiere decirme.

— Bien iré directa al grano. — me gusta que sea directa. — Sé sobre tu condición. — Wow eso no me lo esperaba. — Elyzabeth me lo comentó, no lo quiso decir, fué algo que se le salió. — la verdad yo esperaba que si se lo dijera. — Ella no dijo más al respecto, pero sin duda soy doctora, se perfectamente el cómo es que funciona tu anatomía. Lo que quiero decirte es que acepto tu propuesta sobre que mi hija viva contigo. — la iba a interrumpir, pero con un movimiento de mano no me dejó y continuó. — Sin embargo, asumo que ya te habló del tipo que intentó violarla. — asentí. — Le causó un gran daño, lo que que quiero decir es que ella aún no ha sanado por completo, la conozco y se puede mostrar bien, pero en el fondo ella tiene dudas sobre tu condición.

— Es algo que imaginaba, ella no hizo preguntas cuándo le confesé mi condición. Quise pensar que era porque lo estaba procesando. — le dije con seguridad.

— Espero que al tener que vivir contigo se abra en ese sentido. Tenle paciencia es muy inocente y seguramente tiene miedo.

— Le prometo que jamás haría nada que ella no me permita. Se lo dije a ella, pero ahora se lo digo a usted. La voy a respetar siempre y si damos ese paso tan importante será cuándo Elyzabeth esté lista.

— Confío en tí, y puedo ver en tus ojos que me dices la verdad. Cuídala y hazla feliz, eso es lo único que te pido.

— Laura no es necesario que me lo pida. Es algo que voy a hacer hasta que ella me lo permita

— Si me vas a dar nietos pronto, espero que tengas los sufientes pantalones para hacerte cargo. — su comentario casi me hace escupir el café y un fuerte ataque de tos casi me mata.

— Por supuesto que me haré responsable aunque espero que eso no pase pronto.

Hablamos durante un rato más, me invitó a su casa para darle juntas la noticia a Elyzabeth y eso hicimos. Se mostró muy feliz y me pidió que le ayudara a guardar sus cosas, conseguí cajas para poder llevarnos todo. Laura por su parte también ya estaba terminando de empaquetar todo, dijo que se iría días antes para encontrar un lugar dónde quedarse, la casa ya la había puesto en venta, sólo quedaba esperar un comprador.

Fin de año lo pasamos con Albert, justo en el momento en que el reloj indicaba que el año llegaba a su final Elyzabeth y yo nos fundimos en un beso, fué divertido para todos, pero también agridulce para Elyzabeth y Laura que sabían de antemano que se tenía que separar en los próximos días, razón por la que Elyzabeth no irradiaba la felicidad de siempre. Los días siguieron su curso y el día de la despedida llegó, el vuelo salía a las 4 de la tarde, estábamos en el aeropuerto esperando el llamado para que abordara.

— Hija cuídate y cuida a Leidy. — le decía mientras entraban abrazadas. — Es una mujer grandiosa no la dejes ir. — que Laura dijera que yo era una gran mujer me conmovió porque nunca nadie me había dicho eso. Se separaron y se acercó a mí dándome de igual forma un fuerte abrazo.

— Dejo en tus manos lo más importante que tengo en la vida. — me dijo en un susurro para que Elyzabeth no escuchara. — Cuídala y respétala, es lo único que te pido mientras yo no esté cerca.

Mi Hermoso Destino // Adaptación LeidelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora