Cap. 27 - Final

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Creía que el mejor día de mi vida había sido conocer a Elyzabeth, luego cuándo aceptó mi condición y aceptó ser mi novia fué aún mejor, pero definitivamente el que estaría en el número uno es éste día, el día que cambiaría definitivamente mi vida con el nacimiento de mi primera hija.

Llegué al hospital en 15 minutos seguramente rompí varias normas de tránsito, pero lo que me importaba era estar en todo momento con mi amada Elyzabeth.

— Buenas tardes la paciente Elyzabeth Mata. — le pregunté a la recepcionista y me dijo que estaba en la habitación 112.

Recorrí los pasillos del hospital casi corriendo para llegar y cabe recalcar que eran tantos mis nervios que me perdí en más de 3 ocasiones, creo que tengo severos problemas con perderme.

— Amor ya estoy aquí. — fué lo primero que dije cuándo finalmente encontré la habitación.

— Mejor no vengas. — eso me descolocó.

— No se preocupe es normal que se ponga un poco agresiva. — me susurró la enfermera.

— Gracias. — le dije y me acerqué a Elyzabeth que lo primero que hizo fué darme un fuerte golpe en el brazo que no me esperaba. — Yo también te amo.

Pasaron varias horas hasta que estuvo lo suficientemente dilatada para comenzar con el procedimiento, mientras preparaban a Elyzabeth me pidieron colocarme una vestimenta para estar con ella.

— Te juro que al próximo lo tendrás tú. — dijo mientras me dejaba sin mano. Me quería reír, pero eso sólo iba a ocasionar otro posible golpe.

— Si amor los que quieras.

— ¿Te estás burlando?. — ya no aguantaba las ganas de reír.

— Por supuesto que no... — dije lo más sería que pude.

Mientras Elyzabeth pujaba yo rezaba para que acabara pronto porque ya no sentía mi mano, después de muchas maldiciones, varios insultos a mi persona e infinidad de no tendremos otro por fin logré escuchar el llanto de nuestra pequeña.

— ¿Quiere hacer los honores?. — me preguntó la doctora dándome las tijeras para cortar el cordón umbilical.

— Será un placer. — me moví un poco para poder cortar y de paso ví a mi niña que estaba más pequeña de lo que creí.

La limpiaron un poco antes de colocarla en el pecho de Elyzabeth, sólo nos la dejaron unos minutos ya que se la tuvieron que llevar para revisarla y que todo estuviera en orden. Después de que terminaron con Elyzabeth la movilizaron nuevamente a la habitación dónde ya nos esperaba Laura, nos dijeron que la bebé ya estaba en los cuneros y llevaron a Layra a conocerla. Albert y Anahí llegaron justo cuándo Laura iba saliendo de la habitación, entonces fueron juntos para conocerla, cómo aún no les hemos dicho el nombre tendrán que ubicarla sólo por nuestros apellidos.

— ¿Cómo te sientes princesa?. — me senté a su lado y comencé a acariciar su cabello.

— Lo siento. — contestó después de varios segundos. —Lamento todo lo que te dije no quiero lastimarte con mis palabras.

— Todo está bien. No te preocupes entiendo perfectamente.

Minutos después se quedó completamente dormida, me quedé observando lo hermosa que es, la tranquilidad que emana su rostro y sobre todo lo segura que me hace sentir con cada caricia ó palabra de amor. En éste momento de mi vida me siento completa y realizada tanto personalmente cómo de manera profesional y a pesar de ésto espero seguir creciendo porque quiero ser una buena madre, mejor de lo que fué la mía, pero también quiero ser una buena esposa para estar al lado de Elyzabeth cuidándola, respetándola y sobre todo apoyándola en cualquier cosa que ella quiera hacer.

Mi Hermoso Destino // Adaptación LeidelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora