MAESTRA DEL WOO

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—Realmente te superaste a ti misma, ¿Sabes? — Camila suspira mientras se acurruca contra mí. El despertador sonó pero estamos haciendo todo lo posible para ignorarlo.

—Sí, fue una gran noche— Estoy de acuerdo. —Pero tengo que decirte que tengo todo un grupo de apoyo detrás de mí; El equipo Woo me está llevando a la victoria.

Ella ríe.

—Eres tan malditamente encantadora que todos quieren ayudarte. ¿Quién te consiguió esas entradas para el Hollywood Bowl en tan poco tiempo?

—Mis padres— Admito.

—Awww,— ella canturrea. —Recuérdame darles las gracias. Eso fue tan dulce.

—Realmente les gustas— Comparto, esperando que eso la haga feliz.

—Me gustan también. Veo mucho de ellos en ti.

La atraigo más fuerte a mis brazos y beso la parte superior de su cabeza. Ella suspira felizmente y luego se levanta para mirarme.

—Así que no olvides que tengo una reunión tarde esta noche.

—Así es— digo. —¿Qué tan tarde crees que será?

—No estoy segura, llamaré en cuanto llegue a casa.

—Bueno. ¿Qué te gustaría desayunar?

—¿Podemos Pop—Tarts?

—¿Fresa o azúcar morena?

Ella ríe. —¡Ambos!

Camino al trabajo suena mi celular.

—Hola papá. Gracias de nuevo por lo de anoche. Fue completamente perfecto.

—Me alegro, hija. Estábamos felices de hacerlo, y la recompensa es escuchar que logró el efecto deseado.

—Lo fue,— estoy de acuerdo, recordando no solo el concierto, sino también el resto de nuestra noche con la manifestación física del Woo. Sin embargo, antes de que mis pensamientos se clasifiquen demasiado, trato de concentrarme de nuevo en la conversación.

—Por cierto, acabo de terminar de repasar tu contrato para tus historietas. Lauren... Espera un minuto, ¿Estás conduciendo? ¿Tus auriculares están encendidos? Porque las estadísticas de accidentes por el uso del celular mientras se conduce un vehículo son asombrosas.

—Auriculares puestos, papá.

—Excelente—, dice sonando aliviado. —Así que, con respecto al contrato, no me preocupan los puntos sobre los que me preguntaste... Más o menos en el lenguaje legal estándar. Esto me parece bastante sólido.

Respiro un suspiro de alivio. Saber que papá es bueno con el trato de Sharper Edge Comics significa mucho para mí.

— Sin embargo, tengo una pregunta, hija. ¿Cómo va a manejar estas obligaciones para Sharper Edge, hacer justicia en trabajo en Sketch Republic y tener una relación romántica, todo al mismo tiempo? No me malinterpretes, eres muy capaz. Pero no todos somos multitarea.

—Puedo realizar múltiples tareas—, insisto, imaginándome saliendo de una cabina telefónica y rasgando mi camisa para revelar la gran Super L en mi pecho.

—Ya estás bajo el hechizo hipnótico, ya veo. Con un nuevo amor, cuando te golpea la oleada de hormonas, estás tan eufóricamente distraída y felizmente inconsciente del mundo que tu casa podría incendiarse a tu alrededor y no te darías cuenta.

Estoy tan nerviosa que desvío un poco el auto antes de recuperar la compostura.

—Papá, ¿Podemos por favor no hablar de las hormonas que me golpean?

Comic (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora