𝟏𝟑| 𝚁𝚎𝚢 𝚍𝚎 𝚎𝚜𝚙𝚊𝚍𝚊𝚜

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Chishiya cayó al suelo, rápidamente Miku reaccionó apenas pudo sostenerlo, cayó junto a él, sus labios y manos temblaban. Una nube oscura y gris aparecía ante sus ojos, una tormenta donde lo único que podías hacer era llorar y ver las cosas pasar

—Chishiya...—Susurro con la voz cortada

Miku apretó con fuerza la herida para detener el sangrado, sus ojos marrones derramaban lágrimas saladas, el rubio la miro dibujando una pequeña sonrisa en el rostro, no sé arrepentía de haberlo hecho, solo quería que Miku estuviera bien

Kuina había quedado inmóvil mientras que Ann trataba de hacerla reaccionar. Usagi y Arisu rápidamente se acercaron a Chishiya y a Miku

—¿Porque lo hiciste?—Murmuró, no podía contenerse a los llantos
—No dejaré que nada malo te pase—Dijo con en tono bajo, hacía gestos de dolor, la voz se le cortaba en ese mismo instante acario la melena de la pelinegra

Sentía ese dolor tan fuerte en su abdomen, podía jurar que así se sentía estar en el infierno, miro el cielo azul y luego miro las pupilas marrones de Miku

—Vas a estar bien—Dijo entre llantos apretando con más fuerza la herida
—No se si voy aguantar—Sonrió cálidamente
—Estaras bien Chishiya, saldremos de aquí juntos—Añadió Arisu tenía el rostro lleno de sudor

El rostro del rubio era pálido, su corazón palpitaba tan rápido, estaba en un mar de sangre y lágrimas también, juraba que está vez no podía salir vivo. Miku no podía dejar de llorar, sus mejillas estaban rojas y calientes, los ojos se le estaban por ponerse hinchados

Sentía un enorme dolor en el pecho, sus manos temblaban con más intensidad que ni ella podía controlar, se culpaba por dentro, el hecho de no poder hacer algo le frustraba demasiado, lo único que podía hacer era llorar y estar a su lado el tiempo que le quedaba, era una bala profunda y como estaban las cosas era imposible que Chishiya pudiera aguantar

—Quédate conmigo, por favor...—Susurro
—Estoy contigo—Respondió con dificultad. El esfuerzo que hacía por hablar era demasiado que cada vez que lo hacía la bala le dolía cada vez más
—Lo siento yo debí decirte esto antes pero no quiero que me dejes, te necesito conmigo y no soportaría que algo te pase—sus labios temblaban, Chishiya acarició su mejilla al mismo tiempo que limpiaba sus lágrimas—Te amo...—Añadió

Esas palabras eran una cura. Pero era verdad, Miku amaba a Chishiya y simplemente no había querido decirlo por miedo a encariñarse tan fuerte, a miedo verlo morir y quedarse con ese sentimiento por dentro

—Creí que habías dicho que los sentimientos no existían—Sonrió, había querido escuchar esas palabras desde siempre
—Soy una tonta—Se quejó entre lágrimas

Chishiya tomó la mano de Miku, estaba cubierta de sangre, la enroscó contra la suya, tomándola con fuerza

—Eres una tonta—Recalco para hacerla sonreír para haber ese arco que formaba en su labios cuando lo hacía

Usagi y Arisu, escuchaban con mucha atención cada palabra, admitían que ambos eran demasiados fuertes. Mientras al otro lado Kuina estaba en el suelo tratando de conseguir el pulso y el aliento, ni siquiera tenía el valor de acercarse a su amigo mientras que Ann le estaba dando la fuerza

Chishiya sentía su cuerpo entumecido, sentía el cuerpo pesado y el dolor cada vez más lejos, la vista se le estaba desvaneciendo, veía el rostro de sus amigos cada vez más borrosa, y la voz de todos era como un eco, lo único que podía oír perfectamente era sus latidos tan fuerte

𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗜𝗻 𝗚𝗮𝗺𝗲; Shuntaro Chishiya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora