𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐋𝐎𝐑𝐘

⇢ 7. Episodio 7

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Al poco rato el trío de amigas se retiró del hogar de Myeongo y se dirigieron al estudio de Sa-Ra donde mayormente eran sus reuniones. Aun que Na-Ri se excusó y explicó que no podía perder más su tiempo a lo que se dirigió a su tienda a terminar sus pendientes para así después poder irse a su casa y estar con su familia.

Na-Ri acababa de llegar a su tienda y la empleada le hizo saber que Jae-Jun estaba adentro del vestidor.

— ¿Qué le paso a nuestro hijo? Me mando mensajes y parecía bastante molesto.— le pregunto Na-Ri.

— Hablando de eso, Na-Ri ¿tienes algo que decirme?.— le pregunto mientras miraba al techo.

— ¿Que quieres que te diga?.— Na-Ri se estresó un poco.— ¿Por qué Jun-seo está molesto ?

— ¿No tienes nada que decirme?.— Jae-jun estaba perdiendo la paciencia.

—¡No me cambies el tema!— se exalto.— ¿Qué fue lo que le pasó a Junseo? ¿Tu lo hiciste enfadar? ¿No es asi?— la ultima pregunta logró levantarle la voz.

Jae-Jun molesto se levantó del sofá, quedándose sentado unos segundos.

— Fui a recogerlo a la escuela, pero un estupido me hizo enojar y solté algunas palabras que nuestro hijo odia ¡Yo te hice una pregunta primero!— le gritó.— ¿No tienes nada que decirme cielo?

— ¿Cómo que? ¿Qué Dongeun es maestra de Jun-seo?.— Na-Ri colgó sus brazos en el cuello de su esposo para ver si así el se relajaba un poco.

— Si, eso también. Pero te hablo de otra cosa.— Se relajo un poco y coloco sus brazos en la cintura de su esposa.

— ¿Qué otra cosa? Tu dime que es lo que quieres saber.— Na-Ri lo miro a los ojos, intentado seducirlo.

Jae-Jun quería dejarse llevar, pero aun no era el momento. Así que aprovecho que Na-Ri estaba distraída y la estrelló contra la puerta aplicando fuerza sobre el cuerpo de la más baja.

— Mierda ¿Porqué todo este tiempo me ocultaste la enfermedad de Jun-Seo?— Jae-Jun quería hacerse El Fuerte pero con un tema así, lograba ponerse sentimental.— Es que acaso no me tienes la suficiente confianza.— Jae-Jun estaba teniendo un ataque de ira y al mismo tiempo unas ganas inmensas de llorar. Soltó a Na-Ri, porque no quería hacerle daño.

— Yo más que nadie sabe lo que tú sientes.— Na-Ri abrazo la espalda del más alto.— Jun-seo tenía miedo a que te enfadaras con el y lo rechazaras.

—  Maldición Na-Ri, como no iba a quererlo si el es nuestro hijo.— Jae-Jun se volteó y tomó el rostro de su esposa en sus manos, para después besarla por unos segundos y después separarse abruptamente, recordando su enojo. Aun que Na-Ri fue más inteligente y se aventó hacia el para besarlo apasionadamente y hacer que su esposo se olvidara de todo ¿lo logró? Claro que si. Na-Ri siempre obtenía lo que quería.

— Jun-seo no es tu único hijo.— le confesó una vez que se separaron de aquel beso tan fogoso. Jaejun estaba confundido pues no sabía si había escuchado bien.

— ¿Qué mierda? Repítelo otra vez.— pido nerviosamente Jaejun y se tomó rápidamente del mueble que estaba más cerca.

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