D I E Z (+18)

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Advertencia: Este capítulo no es necesario de leer, ya que no amplia, cosas de la historia, simplemente narra una escena morbosa entre los dos protagonistas. 

Ally

El sonido de nuestras bocas besándose y fundiéndose llenaba la habitación, sabia que mi ordenador se había caído, pero no me importaba.

Ahora mismo lo único que me importaba era Dreik.

Nos mordisqueábamos, nos comíamos y la tensión sexual aumentaba.

De repente Dreik empezó a pasar su mano por mi entrepierna haciendo que diera un respingo, a la cual cosa Dreik se asustó:

- ¿Estás bien? -.

- Sí, tu sigue – dije volviendo a pegar mi boca en la suya -.

Así que Dreik siguió con su ataque.

Al llevar pijama me tuvo que retirar los pantalones, para profundizar lo que fuese a hacer.

- Bonitas bragas – me dijo junto al oído -.

- Arráncamelas – le dije exhausta -.

Y dicho eso me las quitó de una sola tirada, a lo que yo no pude aguantarme más y le quité la camiseta.

Al quitársela le pude ver mejor ese abdomen tan perfectamente esculpido que tenia.

Le fui chupando el abdomen despacio y sin prisa a lo que él me dijo:

- Como no dejes de torturarme te pondré en cuatro al segundo -.

Así que profundizé mi ataque hasta llegar a la v que tenia y llegó el momento de quitarle los pantalones.

Le desabroché el botón de estos y se los fui bajando lentamente hasta que quedo solamente con los bòxers, los cuales al ser blancos hacían que se le marcara mejor su miembro.

- Esto, fuera – le dije quitándole los calzoncillos -.

Y así fue como en un par de minutos tuve todo el cuerpo de Dreik expuesto ante mi.

- Madre de dios – dije flipando ante semejante hombre, estaba realmente bueno -.

- Esto es solo el principio, te pondré en tantas posturas que después te costara levantarte -.

Y fue su turno de torturarme, primero me quitó la parte de arriba del pijama haciendo que quedase totalmente desnuda, ya que no tenia sostén.

A lo que él empezó a estrujarme las tetas y seguidamente cogió un pezón para mordisquearlo.

- Por dios Dreik, para...para...- le dije entre gemidos -.

- Ahora es mi momento -.

Fue bajando lentamente hasta llegar a mi parte íntima en la cual paró y se retiro.

- ¿A dónde vas? – le pregunté confusa -.

Él no me respondió y se fue a su mesita donde sacó un envoltorio y se puso el condón delante de mi.

En menos de un segundo yo estaba debajo de él y él encima torturándome con su miembro rozándolo con mi entrepierna.

- Dreik...por favor -.

- ¿Por favor qué? – me dijo con una sonrisa -.

- Házmelo – le dije en un ahogo -.

Él no me respondió pues me penetro de una estocada la cual cosa hizo que emitiera un gemido doloroso y apasionado.

- Me comenzaré a menear cuando tu me lo digas -.

- Hazlo -.

Y esa fue la palabra clave para que sus caderas fueran chocando succesivamente contra mi entrepierna haciendo que el sonido que se producía al penetrarme se escuchara por toda mi habitación, acompañado de mis gemidos.

Le agarré del culo para que me penetrara más profundo y en ese momento vi las estrellas.

- Oh...Dreik...oh...sigue...sigue -.

- Ya estoy a punto – me dijo medio ahogándose -.

- Pues disfrutémoslo – le dije -.

Entonces le cogí más fuerte del culo y fui yo quien lo empujó para que entrara más a mi interior.

- Oh... – grité, había llegado al clímax -.

Él se separo y se quitó el preservativa de una forma muy àgil y seductora, yo me relamí los labios, y lo tiró a la basura.

Al instante que vino otra vez a mi, completamente desnudo no pude hacer otra cosa que cogerle con fuerza el miembro y empezar a meneárselo, la cual cosa hizo que a Dreik se le escapar un gemido.

- Ally...me estàs retando – dijo entre gemidos -.

Yo no respondí y fui meneándosela con más fuerza cosa que hizo que Dreik se agarrase a la cama y pude ver como todos sus músculos se tensaban y se marcaban más.

- Oh...- gruñó él – me voy a córrer Ally – me advirtió -.

Al oír aquello, cogí el miembro con valor y me lo metí en la boca.

Justo cuando hice eso, él se corrió en mi boca.

- No te imaginas, lo sexy que te ves Ally – me dijo él respirando agitadamente – yo de ti lo escupiria – me advirtió

Lo reté y me tragué su líquido, a lo cual puse una cara de asco.

- Qué asco – le dije -.

- Te lo dije -.

Al instante lo volví a besar.

- Joder Ally me pones a cien – me dijo él al separarse -.

- Lo mismo digo –.

Y los dos volvimos a caer en la cama. 

Viviendo Con Mi Crush (AUTOCONCLUSIVA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora