D O C E

101 6 0
                                    

Ally

Al volver a mi habitación de la residencia después de acabar todas las clases que tenía, me encontré con Dreik tumbado en la cama leyendo un libro. 

- Hey - me dijo despegando la vista del libro -. 

- Hola - le dije un poco de mal humor -. 

Y al instante Dreik lo notó, porque cuando yo me tumbé en mi cama, él dejó el libro en un rincón de la suya y se fue a mi lado para ver qué me pasaba. 

- ¿Qué te pasa? -. 

- Nada, estoy cansada - mentí -. 

Dreik se rio y me dijo negando con la cabeza: 

- Mientes fatal -. 

Al decirme eso, lo miré con mala cara y le dije: 

- ¿Folla bien esa chica que te tiraste? -. 

Su cara en ese momento se descompuso y se volvió blanca. 

- ¿Quién te lo ha dicho? -. 

- Ah, ¿qué encima es verdad? - le dije flipando -. 

- No, no es verdad, ¿cómo lo iba a ser? -. 

- No sé, ¿por qué eres un puto fuckboy? -. 

- Que no he hecho nada -. 

- No te creo - le dije cruzándome de brazos - si de verdad dices que no es verdad, demuéstramelo -. 

En la forma que lo dije parecía un poco de inmadura, pero necesitaba saber si era verdad o no, ya que como si fuese verdad, lo mataría, por habérmelo tirado. 

Pero eso no pasó, porque al instante, él me cogió la cara y me la comió entera con un beso. 

- ¿Eso te parece suficiente? - dijo burlón contra mi oído -. 

Yo no le respondí, pero sí que lo miré mordiéndome el labio y mirándolo con cara pícara. 

- Como me sigas mirando así, no me podré contener mucho más - dijo con advertencia -. 

Él se dirigía al baño, pero antes de que cerrase la puerta me puse delante de él y le dije: 

- ¿Entonces no te has tirado a nadie? -. 

- No, solo tengo ojos para ti -. 

He de reconocer que me dieron un poco de náuseas esas palabras, más que nada porque no estaba acostumbrada a recibir tantos piropos. 

- ¿Qué te pasa? - me preguntó incrédulo -. 

- Nada, solo...no estoy acostumbrada a tanto piropo -. 

Él no dijo nada más y se metió dentro de la ducha a ducharse. 

Mientras, yo me acerqué a ojear el libro que estaba leyendo y casi se me cae el alma al suelo cuando me di cuenta de que era, ni más ni menos, que el libro de cincuenta sombras de grey. 

- La madre que lo parió - dije flipando -. 

- ¿Qué pasa? - dijo desde detrás

Yo me asusté y me giré, cuando lo hice le pude ver todo el torso desnudo y de cintura para abajo estaba envuelto alrededor de una toalla, a lo que me sonrojé. 

- ¿Te estás leyendo cincuenta sombras de grey? -. 

- Sí, ¿pasa algo? - dijo sin más dirigiéndose a su cama, donde estaba yo también -. 

- No..solo...- no pude acabar -. 

Porque al instante que vino a la cama, dejó caer la toalla al suelo y le pude ver todo el miembro al ataque, con lo que giré rápidamente la cara y él se empezó a reir. 

Viviendo Con Mi Crush (AUTOCONCLUSIVA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora