C A T O R C E

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Ally

Ya había amanecido y yo lo hice al lado de Dreik, en su cama. 

La noche anterior había tenido una pesadilla y no tuve otra opción que quedarme con él. 

La luz brillante, entraba por las cortinas haciendo que la cara de Dreik quedase iluminada y preciosa ante mí, era perfecto. 

Despejé mi cabeza de pensamientos perversos y me levanté de su cama para despejarme un poco y despertarme mejor. 

Pero a la que puse los pies en el suelo y me levanté, Dreik también lo hizo. 

- ¿Dónde vas? - me preguntó con la voz ronca -. 

- No me voy a ningún sitio, duerme otro rato -. 

- Es que me has despertado - dijo frotándose los ojos -. 

¿Es normal que alguien sea tan sexy levantándose? No, no lo creo. 

- ¿Ally? -. 

- ¿Sí? - le dije con cara de preocupación por el tono que había utilizado -. 

- Gracias por ayudarme, anoche -. 

- De nada -. 

Mientras me intentaba peinar en el espejo, podía ver como Dreik no paraba de mirarme con la mirada ida, era como si estuviese, pero a la vez no. Y eso me preocupaba, con lo que pregunté lo que más me tentaba a preguntar. 

- ¿Qué te pasó? -. 

- ¿Cuándo? -. 

- Que te pasó para que tuvieras esa pesadilla tan real - le simplifiqué -. 

Él suspiró desanimado con lo que dije apresurada: 

- Si no me lo quieres contar, no lo hagas, solo quería saberlo -. 

Él miró a un lugar al azar de la habitación y dijo: 

- Ya va siendo hora que lo diga -. 

Así que se posicionó bien en la cama y comenzó la historia. 

- Tenía catorce años por aquel entonces, mi vida era muy normal, tenía amigos, algún tonteo...vamos, las cosas típicas de adolescentes, mi nivel académico era uno de los mejores, era el mejor alumno que alguien pudiera tener, sacaba las mejores notas y todo el mundo me admiraba... - cerró los ojos un momento para intentar no emocionarse - pero...todo se torció aquel cinco de mayo de dos mil diez...como ya dije, tenía algún que otro tonteo - yo asentí - pues uno de ellos se llamaba Hasley, Hasley Gómez, era una chica muy guapa, inteligente, amable...vamos, la chica perfecta, bueno...no del todo...pues como solo tonteaba con ella y nunca quería llegar a nada serio, ella se aferraba más a mí, como si eso fuera una solución para que yo no la dejara y no le funcionó, pues estuvimos una semana liados el uno al otro, hasta que la dejé...ahí fue cuando todo comenzó...desde aquel día, no me paraba de perseguir intentando que la aceptara de nuevo, siempre pasaba de ella...hasta que un día cuando estaba caminando por la calle a mi casa, ella... - paró intentando componer la compostura - ella salió de una esquina y me llevó con ella a un callejón...donde...donde...me estampó contra la pared y...y... - no pudo acabar -. 

- Y te violó - acabé yo por él -. 

- Sí - dijo lleno de lágrimas -. 

En ese momento sentía de todo, todas las emociones vinieron a mí en una tormenta y se apoderaron de mí haciendo que sintiera mil cosas en un instante. 

Era frustrante como la gente se puede aprovechar de la gente sin tener ninguna consecuencia, era increíble. 

Este hecho me dio un golpe de realidad, pues ahora sabía que las chicas también eran capaces de violar. 

Viviendo Con Mi Crush (AUTOCONCLUSIVA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora