Viviendo Con Mi Crush (AUTOCONCLUSIVA)

V E I N T I C U A T R O

Ally

Después de casi medio día conduciendo por las carreteras, llegué a la casa de mi infancia, donde pasé toda mi vida, hasta que complí los dieciocho y me fui a la universidad, dejando la casa, la cual está llena de recuerdos inolvidables de mi infancia.

Al llegar, aparqué fuera y piqué al timbre.

Enseguida apareció mi madre y al verme allí no pudo contener las lágrimas y se puso a llorar.

Y yo para mantenerla en calma, le di un abrazo.

-         Gracias por venir, mi vida – dijo mi madre contra mi oído -.

No dije nada y me puse a llorar con ella.

Todavía no podia assimilar que mi padre hubiera muerto, hacia pocos años, yo estaba con él corriendo por el césped de mi casa jugando al escondite, era todo tan nostálgico...

Mi madre se separó de mí y me dijo:

-         Venga hija, ven a dentro -.

Le hice caso y me adentré en la casa.

Todo estaba igual al entrar, mi madre no había movido absolutamente nada, estaba todo igual que estaba cuando me fui.

-         Se ve que no te gusta cambiar las cosas – dije un poco con gracia para calmar el ambiente -.

-         Me gusta que todo se vea hogareño y solo lo consigo sin cambiar nada -.

-         ¿Nunca has pensado en cambiar la distribución? – le pregunté dubitativa -.

-         No – dijo sin más -.

No decidí entrometerme más en sus cosas y cambié de tema.

-         ¿Quién te conto que papá había muerto? -.

-         La abuela, ella estuvo hasta su útlimo momento  a su lado -.

Mi abuela estuvo muy unido a mi padre, fue su pequeño jinete y para mí fue mi guerrero.

-         ¿Tú no pudiste estar con él? -.

-         No pude, hija estuve trabajando, sé que tuve que estar allí con él, pero fue todo tan de repente...-.

Sentí como la voz de mi madre se entrecortaba.

- Mamá...no te culpes, a veces queremos estar en todo, pero la mayor parte del tiempo nos es imposible ser parte de todo lo que nos rodea -.

Mi madre asintió como si me entendiese y dijo:

- Tienes razón, hija y por ello le he hecho un funeral digno para poder despedirme de él -.

- Claro que sí, y por ello, ahora me iré a descansar, porque estoy bastante cansada del viaje y necesito una siesta de ocho horas como mínimo -.

- Vale, hija, descansa -.

Entonces cogí mis cosas y me dirigí a la planta de arriba donde se depositaba mi habitación en la cual, al entrar me fijé en que no había cambiado nada, estaba todo intacto, como si nadie la hubiese pisado en todos estos años que no he estado viviendo aquí.

Así que coloqué todas mis pertenencias en un rincón del cuarto y sin cambiarme de ropa, me tumbé en la cama y descansé.

###

- Ally, cariño, despierta - dijo la voz de mi madre despertándome -.

Abrí los ojos lentamente y me senté en la cama, cuando lo hice me encontré con que mi madre estaba de pie al borde de la cama.