CAPÍTULO 58: El vestidor

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Hola cariños 🥰😋 quiero agradecerles por haber llegado hasta aquí, ¡pero no se asusten! Esta historia todavía no termina, aún queda mucho camino por recorrer 🥳 Les agradezco mucho por sus votos y comentarios, 🫶 aunque no lo crean, es un apoyo muy importante para mí.

Les dejo un collage de fotos de sexi ghost 😍💞

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El señor Alejandro Miller, empieza a avanzar hacia nosotros con cara de pocos amigos, acompañado por esa flacucha que alberga una mirada orgullosa y se sujeta de su antebrazo.

—Buenas tardes —saluda mi suegro lanzándonos una rápida mirada a los tres—. ¿Dónde está Choi?

Nos quedamos callados y Alex se aleja por el pasillo hacia el balcón, sin decir nada.

—Buenas tardes, director —saludo, luego de reaccionar.

—Hola papá, está en esa habitación, de allí —señala Hannah.

—Gracias, hija —replica, lanzándome una corta mirada, y camina con la garrapata pegada.

De inmediato me apresuro hacia donde se fue Alex y lo encuentro recostado en el barandal, mirando la ciudad.

—Hola mi amor. —Lo abrazo por la espalda.

—Hola mi pequeña. —Se da la vuelta para envolverme entre sus brazos.

—¿Estás bien?

—No lo puedo afirmar, pero tampoco puedo negarlo... Haber enfrentado a mi padre, por fin, me hizo sentir bien; sin embargo, también estoy enfadado.

—Es normal que te sientas así, pero ya se te pasará el enojo en un rato y solo quedará lo bueno, vas a ver.

Nos quedamos un rato mirando la ciudad desde el balcón, abrazados. El viento golpea nuestros rostros acariciándolos suavemente y así se nos pasa el tiempo sin siquiera darnos cuenta, hasta que de pronto vemos que aparece un doctor, y corremos hacia allá, tomados de la mano. Nos informa que Choi ya se encuentra bien y que puede ir a casa; el chico no quiso ver a su padre, así que al señor Miller no le quedó más remedio que devolverse por donde vino con la sanguijuela esa, que no hacía más que buscar la mirada de Alexander, antes de marcharse, pero se quedó con las ganas de ver sus hermosos ojos azules porque fue invisible para él todo momento, ni por un segundo la miró.

✍('• ω •')

Salimos del hospital los cuatro, junto con Choi, que ya se encuentra bastante bien. Llegamos al apartamento de Alex, y al entrar, noto la mirada de asombro del hermano menor, que se queda estupefacto contemplando todo a su alrededor, como si no hubiera visto un lugar así nunca.

El apartamento de mi novio es muy hermoso, pero no se compara con la mansión de su padre, esa sí que es un palacio; no puedo imaginar la reacción de Choi si viera algo así. El pobre muchacho tal vez se la pasó encerrado la mayor parte del tiempo, sin amigos ni otros hogares que visitar; es notorio que su lugar de vivienda en Corea no era muy grande, porque la inmensidad de lo que ve es lo que lo tiene embelesado.

El universo que inventamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora