Kakuhidan "La máxima conexión"

Dudas

En una cálida recamara, cierto artista de ojos azules reposaba sobre su cama. A pesar de que ya habían pasado dos semanas desde el último enfrentamiento, el pobre rubio no podía eliminar aquella escalofriante sensación de su cuerpo.

Desde que supo sobre la conexión, siempre trató de buscar el modo de lograrla. Pensaba que aquella técnica sería la clave para llevar su arte a un nivel inimaginable, tan único y esplendoroso que le sería imposible a las nuevas generaciones superarlo. 

Pero vaya susto que se llevó al sentir que la fusión no solo se alimentaba de su esencia sino que buscaba dejarlo como un cascarón vacío. 

Deidara tembló sobre el colchón al recordar la ambición y el poder tan grande de Hidemi. 

"Fue sumamente sofocante" pensó el chico de las explosiones para girarse hacia un lado y ver cómo en el suelo, su querido mentor le colocaba a su mejor obra de arte algunas cuantas armas nuevas. 

Esa imagen provocó que el menor sonriera. 

"Estoy seguro que si me hubiera unido con Sasori no Danna las cosas hubieran salido de maravilla" el joven artista podría tener muchas dudas, pero confiaba ciegamente en la lealtad y el compañerismo del marionetista. 

El pelirrojo alzó la cabeza para toparse con la boba expresión del rubio.

-¿Qué pasa con esa cara?, ¿acaso tienes algo que decirme?- preguntó el mayor dedicándole una sonrisa burlona. 

Deidara soltó una risita comprendiendo que era un buen momento para abordar aquel tema, después de todo su tutor andaba de buen humor. 

-Es sobre la conexión, hm- 

-¿Qué pasa con ella?- 

-Bueno, quería saber si usted- y antes de que pudiera continuar con la charla, un fuerte grito provocó que el rubio se pusiera a modo de defensa, mientras que Sasori se levantó de su lugar tratando de analizar las cosas. 

Hubo un momento de silencio, hasta que nuevamente los gritos inundaron la base, haciendo que todos los miembros de Akatsuki abandonaran sus habitaciones para ir a la fuente del problema. 

Y qué decepción se llevaron al ver que solo se trataba de un aterrado Tobi que era acorralado por el extraño chico de ojos intensos y cabello de dos colores. 

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Tras varios forcejeos, reclamos, y una que otra maldición, los líderes lograron ponerles un orden a sus subordinados. 

Pain que estaba al límite de paciencia, decidió darles tareas a todos los renegados, ya habían tenido suficientes días holgazaneando. 

-Bien, ya que parece que están llenos de energía, necesito que completen algunas misiones- dijo el Dios, arrojando a cada líder de equipo un rollo con información, pero se detuvo ante la presencia de Kazuki. 

-¿Qué?- preguntó la fusión sin comprender porque aquel hombre de extraños ojos le dedicaba una mirada poco amistosa. 

La única chica del grupo se colocó a su lado, tratando de disminuir la tensión del ambiente. 

-Necesitamos que Hidan y Kakuzu regresen- explicó Konan. 

-Oh, claro, no hay problema- dijo Kazuki para luego cerrar los ojos y tratar de concentrarse. 

Pasaron algunos segundos pero nada daba algún indicio de que el dúo zombie fuera a regresar. 

Agotado por el esfuerzo, la conexión comenzó a jadear indicando que ya no le era posible continuar.